El LMP2 de Alonso pierde toda opción por problemas en los frenos

Fernando Alonso fue el encargado de tomar la salida con el Ligier LMP2 de United Autosports #23, y lo cierto es que rápidamente subió dos posiciones en la tabla, aunque varios encontronazos con Dalziel en el #2 del DPi de Nissan le retrasarían en su intento de acercarse a los diez primeros y comenzar a progresar de ahí en adelante, marcando vueltas a un ritmo constante.

Phil Hanson le sustituyó cuando el bicampeón de Fórmula 1 llevaba dos horas, y prolongó el décimo puesto que consiguió éste, llegando a rodar incluso en primera posición tras la primera bandera amarilla de toda la carrera. A partir de entonces, el papel de Lando Norris cobró especial relevancia, cuando el británico de tan sólo 18 años asombró a los presentes en Daytona con su velocidad pura mientras Cadillac mantenía el liderato, convirtiéndose en el mejor LMP2 en la quinta plaza.

Las horas continuarían sucediéndose hasta que Hanson volvería al coche del equipo de Zak Brown y Richard Dean, y tras las siete primeras horas rondando el 'top 5', el campeón de la Asian Le Mans Series sufrió un pinchazo grave que le obligó a aminorar la velocidad para poder ser capaz de llegar al pit-lane y que los mecánicos analizasen la importancia del incidente, el cual había destrozado gran parte de la zona trasera y lateral del coche.

Hanson explicó más tarde que se encontraba haciendo un stint doble con un mismo set de neumáticos, algo que sumado a la acentuada exigencia del Ligier acabó por desencadenar el problema que les dejaría 3 vueltas por detrás, a la espera de más banderas amarillas y lluvia.

Finalmente, Alonso se adentró en su Ligier reemplazando a Hanson antes incluso de que el coche estuviera completamente reparado, un contratiempo que el equipo pudo solucionar cambiando la tapa motor, a pesar de que la suspensión no se viera afectada, un hecho que garantizó la continuidad del coche #23 en la carrera. Gracias a un buen ritmo, y a problemas de otros coches y pilotos, entre ellos el coche #37 de Daniel Juncadella, el vehículo de Alonso se situaba en la quinta posición, a una vuelta de los líderes, pero la situación volvió a torcerse de forma inesperada pasada la décima hora de carrera.

Poco después de que la carrera fuese relanzada tras un caution, el piloto español sufrió un problema en los frenos de su prototipo, causado por un cilindro maestro. Su equipo le indicó que se saltase la zona del 'infield' y se dirigiese directamente a las curvas del peralte para ahorrar tiempo en su camino hacia los boxes. Allí, Alonso cedió su posición en el coche a Lando Norris, pero United Autosports optó por llevar el coche al garaje, donde pasó casi 40 minutos hasta volver a salir a pista, habiendo perdido 24 vueltas en el proceso. Un severo inconveniente que, ahora sí, cercena de forma definitiva las opciones de un buen resultado para Fernando Alonso.

Fotos: IMSA