Un turista inglés en Dubái acumula 33 multas de tráfico en apenas cuatro horas

Todos sabemos que los coches de alquiler son los más rápidos del mundo, pero una cosa es esa y otra muy diferente es acumular 47.000 dólares en multas en apenas cuatro horas. Este particular récord obra en manos de un turista inglés en Dubái.

4 min. lectura

Publicado: 08/08/2018 18:00

Este es el coche de esta particular historia. 780 euros por cada día de alquiler

172 euros por cada minuto. Esta es la espeluznante factura que ha conseguido acumular un turista inglés por las calles de Dubái. Dicho viajero, que se encuentra de vacaciones en el país de Oriente Medio, no tuvo otra brillante idea que alquilar un Lamborghini Huracán y rodar con él como si lo hubiera robado. Ahora puede que sus problemas trasciendan más allá de lo monetario ya que el problema no está arreglado.

Pongámonos en situación, un turista viaja desde Gales del Sur hasta Dubái para disfrutar de unos días de ocio. A su llegada el susodicho personaje se dirige a una de las muchas oficinas de alquiler de vehículos de lujo que inundan el territorio para alquilar una de sus joyas para los siguientes dos días. Y durante las cuatro horas siguientes es cazado 33 veces con exceso de velocidad, acumulando un total de 47.000 dólares, 41.121 euros, en gastos, sin contar con el propio alquiler.

Tal y como informa The National, el protagonista de esta particular historia, identificado como Farah Hashi, fue interceptado por diferentes radares, algunas veces en tramos de tan solo segundos, circulando a velocidades que oscilaron entre los 125 y los 230 kilómetros por hora. 32 de las infracciones se sucedieron en la misma carretera, Sheikh Zayed Road, mientras que la última de ellas fue en Garn Al Sabkha Road. Ambas carreteras de circunvalación próximas a la ciudad.

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33 multas en apenas 4 horas, algunas de ellas en un intervalo de apenas segundos

Pero la historia no se acaba aquí, ya que el señor Hashi avaló el alquiler del Lamborghini con su propio pasaporte, que actualmente se encuentra en propiedad de la empresa alquiladora que se niega a devolvérselo hasta que no se haga cargo del montante de las multas, ya que las leyes del país dictan que éstas deben ser pagadas por el propietario del vehículo y por el conductor.

Dada la situación el coche protagonista se encuentra aparcado y prácticamente abandonado en la puerta del hotel donde el turista se aloja. La empresa de alquiler se niega a recogerlo, ya que de hacerlo tendría que hacerse cargo del pago de las multas. Por otro lado el infractor no ha dado señales de vida, y se encuentra en una situación nada cómoda ya que sin el pasaporte que dejó en la oficina de alquiler no puede salir del país.

El desenlace todavía está lejos de quedar claro, dado que ambas partes se niegan a pagar las multas, mientras que el coche sigue acumulando polvo en la puerta del susodicho hotel. La gracia y la imprudencia le van a salir caras al señor Farah que nunca olvidará esas vacaciones en Dubái donde alquiló un coche que no podrá borrar de su cabeza en mucho tiempo.

El coche se encuentra actualmente aparcado en la puerta del hotel. Nadie se quiere hacer cargo de él

Fuente: The National

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