5 apreciaciones a tener en cuenta en tu seguro de coche

Todos los vehículos a motor que circulan por vías públicas deben estar respaldados por un seguro obligatorio, y, opcionalmente, puede tener coberturas adicionales. Cuando contratemos o renovemos un seguro, tenemos que tener en cuenta algunos aspectos si no queremos arrepentirnos en el futuro.

6 min. lectura

Publicado: 29/06/2015 09:00

Cada año tenemos que pasar por el trámite de renovar la póliza del seguro, o cambiarla por otra que nos interese más. Dedicando unos minutos a dicho trámite vamos a evitar sorpresas desagradables, conviene leer toda la letra pequeña -que no es poca- para saber qué recibimos a cambio de lo que vamos a pagar.

Coberturas y precio: la calidad de la póliza

A la hora de elegir una póliza, el importe será una variable fundamental, pero no tenemos que fijarnos únicamente en el precio, sino en qué coberturas obtenemos por dicho precio. Normalmente, cuanto más paguemos, más coberturas tendremos. No todos tenemos las mismas necesidades, por lo que algunas coberturas serán innecesarias, y no merece la pena pagar por ellas.

Por ejemplo, si hemos comprado un coche que incorpora asistencia en carretera por parte de la marca, no tiene sentido pagar también por asistencia en carretera en la póliza, si esta es opcional. Además, no todas las coberturas son iguales: en caso de robo, en algunas aseguradoras se incluyen los neumáticos, en otras, nos los tendremos que comprar de nuevo.

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¿Conducirán menores de 25-26 años?

Cuando se trata de asegurar a conductores con poca experiencia, independientemente del kilometraje que acumulen, las pólizas van a ser mucho más caras. Las aseguradoras preguntan si hay que asegurar a un conductor joven, tanto si va a conducir habitualmente, como esporádicamente.

Si hubiese que indemnizar, y estaba al volante un conductor joven no declarado, la aseguradora puede lavarse las manos, o exigirnos la diferencia de importe de la póliza. Si optamos por no asegurarlos, por mucho que nos duela, tenemos que tener las llaves bien lejos de ellos, aunque sean excelentes conductores. Si quieres saber más puedes visitar la página de la aseguradora.

Es importante esto: los conductores habituales acumulan bonificación, los ocasionales no. La habitual picaresca de poner al conductor joven, el habitual, como uno ocasional, a la larga, no supone ningún ahorro. Cuanto más sinceros seamos con la aseguradora, mejor nos tratará en caso de necesitar sus servicios.

Franquicias

Una de las formas habituales para reducir el precio de las primas del seguro es introducir el concepto de la franquicia. En el caso de una franquicia de 500 euros, la aseguradora cubrirá los daños a partir de 500 euros. Es decir, si tenemos daños por valor de 1.000 euros, nosotros pagaremos 500, la aseguradora otros 500. Si los daños no superan los 500 euros, la aseguradora no pagará nada.

Mucho cuidado con las franquicias, en algunas aseguradoras hay varias franquicias. Por ejemplo, puede haber una franquicia solo para el morro, y otra para un lateral, y asumiremos el coste de dos veces la franquicia si hay daños en ambas partes del coche. El descuento inicial es muy tentador, pero es recomendable tener franquicias de poco valor.

Todo riesgo, terceros ampliado o terceros

Bajo estos nombres de uso común, se agrupan varias coberturas. Un "todo riesgo" acumula la mayor cantidad de coberturas, pero no supone ni mucho menos que cualquier cosa que le pase al coche estará cubierta: siembre hay que mirar la letra pequeña. Los "terceros ampliado" añaden coberturas al seguro obligatorio, como robo, incendio o lunas (de forma conjunta o separadamente).

Finalmente, el "terceros" es el seguro obligatorio, que cubre a quienes produzcamos daños, y a los pasajeros que llevemos, no cubre los daños propios. Para modelos nuevos o seminuevos es recomendable la fórmula "todo riesgo", ya que la indemnización será alta, pero según van pasando los años, deja de merecer la pena.

Nosotros somos los que debemos evaluar cuánto nos la podemos jugar a cambio de pagar menos. Si por 100 euros más pueden cubrirnos los daños por robo, rotura de lunas o incendio, no merecerá la pena el ahorro. Tampoco tiene sentido pagar una prima de 2.000 euros por un "todo riesgo" para un coche de 15 años, cuyo valor no llega a esa cifra, pudiendo pagar 500 por un "terceros ampliado".

Formas de pago

En la medida de lo posible, hay que pagar el seguro anualmente, de una sola vez. Si fraccionamos el pago, es bastante probable que la suma de las fracciones supere el total de hacerlo de golpe. No obstante, algunas compañías permiten el pago fraccionado sin penalización.

También puede darse el caso de que pagando con tarjeta de crédito obtengamos una bonificación, en vez de por domiciliación bancaria o ingreso. Tenemos que mirar siempre lo más ventajoso para nosotros, a igualdad de coberturas. Cuidado con el pago con tarjeta, sobre todo si la entidad financiera cobra comisiones por su uso, o por pagar una cantidad elevada.

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