5 consejos básicos para realizar correctamente nuestra mudanza

Una mudanza siempre puede resultar estresante, la cantidad de bártulos a mover puede causar serios contratiempos. Aquí te dejamos unos sencillos pasos para una mudanza más tranquila. Con la intención de ahorrarnos un dinero, somos nosotros mismos los que solemos realizar las mudanzas. Sigue estos consejos y la tarea será más cómoda y tranquila.

8 min. lectura

Publicado: 28/11/2014 14:00

Paciencia y calma. La mudanza no será menos agotadora, pero será más llevadera

No importa que una mudanza sea grande o pequeña, siempre es complicado y siempre es estresante. Hay muchos factores que pueden afectarnos a la hora de realizarla, pero teniendo en cuenta que en la mayoría de casos somos nosotros mismos los que la realizamos, es importante seguir una serie de consejos prácticos para que la experiencia sea lo más llevadera posible.

Ante todo paciencia, la tarea que se presenta es agotadora así que una buena planificación es esencial a la hora de afrontar una mudanza. Pide toda la ayuda que puedas conseguir, porque al final nunca se echa de menos. Ahora te dejamos con cinco consejos prácticos de cómo debemos realizar un transporte de la mejor manera posible.

1.- ¿Cuándo hacerla?

Bien, ya sabemos que el momento nunca es el adecuado, pero la obligación o la necesidad manda. Para que no nos encontremos en una situación comprometida lo mejor es programar la mudanza con unos dos meses de antelación. Esta es la teoría, sabemos que en la mayoría de casos el periodo de tiempo es menor, pero si sabemos que debemos realizarla mejor planificarla con ese tiempo de antemano.

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Lo ideal es aprovechar los días de vacaciones, aunque duela. Sin embargo, por ley podemos disponer de dos días libres en el trabajo para realizar una mudanza, así que es bueno optar por esta opción, si esto lo hacemos justo antes o después de un fin de semana dispondremos de más días. Por cierto cuidado con hacer las mudanzas por el centro, conviene aprovechar los días laborables y las horas de carga y descarga.

2.- Elegir la furgoneta adecuada

En la actualidad hay una amplísima oferta de vehículos industriales. Tenemos desde pequeñas furgonetas con 3,3 metros cuadrados, hasta enormes modelos de 15 metros cuadrados. Todo depende de la cantidad de objetos que vayamos a mover. En cualquier caso si no estamos muy seguros de por cual optar la recomendación siempre es preferible que sobre antes que falte, porque nos podemos encontrar en un grave apuro.

En función de la cantidad de objetos conviene mirar que tipo de furgoneta debemos alquilar

A la hora de alquilar hay que tener mucho cuidado con los precios y las condiciones de contratación. Conviene revisar cada punto del contrato y salir de la oficina de alquiler con toda la información clara. En la actualidad hay muchas opciones posibles, Sixt es una de las mejores opciones. Por cierto, vigila la gasolina, hay que devolver la furgoneta con la misma cantidad que te la encuentras, de no hacerlo hay recargo.

3.- Disponer del material necesario

No se puede cocinar sin ingredientes. En el caso de una mudanza los elementos necesarios para llevarla a cabo son básicos para tenerlo todo bajo control, empezando por la furgoneta claro. Nunca está de más disponer de etiquetas, bolígrafos para marcas las cajas, papel de burbuja, bolsas de basura y la siempre inseparable cinta de embalaje y la caja de herramientas, seguro que la vas a necesitar.

Sin embargo el elemento más importante de toda mudanza son las cajas. Las hay de muchos tipos, tamaños, colores y durezas. No todas las cajas valen. Lo bueno de ellas es que resultan muy baratas. La mayoría de establecimientos se deshacen de ellas sin ningún problema, es cuestión de acercarse y pedir unas cuantas. Aún así si no las encuentras siempre se venden en sitios especializados.

Aunque los elementos necesarios para una mudanza son básicos, también son esenciales

4.- Cómo empaquetar

Sin lugar a dudas la maniobra más peliaguda de toda mudanza. Lo más común es empezar a llenar las cajas sin ton ni son. Esto es un error, ya que a la hora de desempaquetar tendremos muchos objetos desperdigados. Lo mejor es hacerlo por habitaciones, comenzando por los objetos que menos se usen. Es aconsejable etiquetar cada caja, y mejor aún poner que va exactamente, no dejar huecos para que no se mueva el contenido y reforzarla por los laterales y la base con cinta de embalar.

En función del objeto el procedimiento debe ser diferente. Los cuadros y espejos conviene reforzarlos por las esquinas, además de envolverlos correctamente en papel de burbuja. Algo parecido ocurre con la vajilla, que deberemos envolver en mantas y papel. Para evitar cualquier daño conviene marcar estas cajas con la palabra frágil.

Los electrodomésticos son otro punto delicado. Conviene limpiarlos antes del transporte, envolverlos en mantas y meterlos en cajas. Atención especial a la nevera, que deberemos desenchufar dos días antes del traslado. La ropa por su parte resulta muy sencilla, lo mejor es emplear maletas, pero si no cabe toda usar las cajas, siempre con su correspondiente percha. Los libros, al pesar tanto, conviene empaquetarlos en pequeñas cantidades, o repartirlos con otros objetos más livianos, así no tendremos cajas que pesen una barbaridad.

5.- Cómo colocar lo empaquetado

No hay que pensar en el momento de la carga, sino en el de la descarga. Si tenemos esto en mente nos ahorraremos muchas complicaciones. Una vez empezamos a desempaquetar lo más lógico es empezar por la cocina, los electrodomésticos grandes y pesados son lo primero. Después deberán ir los objetos más grandes, dejando para lo último las cajas.

La carga y descarga de la furgoneta es clave para que la mudanza sea un éxito

También es aconsejable que la apertura de cajas se haga por habitaciones. Lo mejor es deshacerse cuanto antes de la ropa, así tendremos más espacio libre para movernos. Dejar para el final las cosas que menos se empleen, así no gastaremos tiempo y esfuerzo en colocar cosas que no nos son útiles en ese momento. Por cierto en este punto también deberás echar mano de nuestra amiga la caja de herramientas.

Si seguimos estos pasos no nos aseguramos que la mudanza no sea agotadora, pero seguro que nos la hace más fácil. Algo que a fin de cuentas es lo que nos interesa en esta situación. Haz las cosas con cabeza, no pierdas los nervios ni te entren las prisas, es mejor hacerlo despacio y bien que rápido y mal. No nos cabe duda que tú serás el primer beneficiado. ¡Ánimo y buena suerte!

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