No, el 54% de los conductores de coches eléctricos no se ha arrepentido de su compra

Puede que hayas leído en alguna parte este titular, o parecido: «el 54% de los propietarios de vehículos eléctricos se arrepienten de su compra». Semejante titular hay que ponerlo en cuarentena porque se desvía mucho del 80% (o superior) de satisfacción de los clientes que se suele leer en cualquier lado.

El origen de ese titular hay que buscarlo en la empresa danesa Monta, que realizó un estudio a petición de YouGov. Para empezar, es un estudio realizado en Francia entre el 6 y el 13 de marzo de 2023, según metodología CAWI -vamos, una entrevista vía web-. En teoría, la muestra es de 6.167 personas, que sería suficiente para ser representativa si nos creemos la distribución normal -que está demostrada matemáticamente- y los índices de confianza.

Acudiendo al meollo de la cuestión, o la hoja de cálculo de Google Spreadsheets, la muestra se reduce por arte de birlibirloque a 618 encuestados, y esta cifra a su vez es un redondeo de 617,72. Por primera vez en mi vida, he visto una encuesta en la que un sujeto se ha tomado solo en parte, lo cual precisaría una explicación. Pero volvamos al titular.

Titular de la nota de prensa de Monta -traducida del francés-

El comunicado de prensa de Monta dice: «el 54% de los propietarios de vehículos eléctricos dicen que se arrepienten de su compra debido al aumento de los precios de la electricidad».Pudiera ser un motivo legítimo incluso para los conductores de vehículos de combustión, porque el petróleo también ha subido y el impacto neto en el bolsillo ha sido mucho más alto.

Para ver ese 54% hay que irse a esta pregunta: «Los recientes aumentos en el coste de funcionamiento de un vehículo eléctrico/híbrido enchufable ¿le han hecho arrepentirse de haber comprado/alquilado un vehículo eléctrico/híbrido enchufable?». El desglose fue el siguiente:

• Sí, mucho - 19%
• Sí, en parte - 35%
• No - 36%
• No lo sabe - 10%

Por lo que el 54% se obtiene de la suma de síes, lo cual ya es algo un poco distorsionado, y especialmente si han metido en el saco a usuarios de vehículos híbridos enchufables, que están sometidos tanto a las subidas del petróleo como a las de la electricidad (pero estas últimas tienen menor impacto económico neto).

Los resultados para el Reino Unido indicaron una insatisfacción combinada (total y parcial) del 37%. Además de los precios crecientes de las recargas, se argumentó que el coste de la recarga solo se conoce al terminar el proceso, así como falta de transparencia. Podría decirse lo mismo de repostar gasolina, aunque también sepamos el precio por unidad antes de empezar.

Sirva de información de contexto que en el mes de julio, el 13% de los coches matriculados en Francia fueron eléctricos puros (17.218) y el 11% híbridos enchufables (14.057), como informó José Pontes para Clean Technica. Estos porcentajes siguen subiendo, lo cual no encajaría con una insatisfacción de más del 50%.

Compárese esto con un estudio realizado en California hace dos años por investigadores de la Universidad de California en Davis, con una metodología más seria y publicado en Nature Energy. Scott Hardman y Gil Tal determinaron que en torno a la quinta parte de los encuestados comprarían la próxima vez un térmico, no otro eléctrico.

Un caso extremo de insatisfacción: en vez de pagar 20.000 euros por cambiar las baterías de un Tesla Model S usado, prefirió hacerlo volar por los aires con 30 kg de dinamita

Eso sí, encuestaron a gente que compró un eléctrico entre 2012 y 2018. Indagando más, el porcentaje de arrepentidos era del 20% para usuarios de híbridos enchufables, y el 18% en el caso de los eléctricos puros. En resumen, que antes de sacar conclusiones tan taxativas hay que analizar las encuestas a nivel técnico y ver si hay detalles que no encajan o dejaron de ser válidos.

Se puede arrepentir de su compra el que adquirió un SEAT Ibiza, un Tesla Model S o un Ferrari Purosangue. Sí, hay quien se arrepiente de comprar un eléctrico y puede haber muchas razones: no ahorra lo que esperaba, su coche usado necesita un cambio de baterías que supera el valor del coche (incluso con un final explosivo), mala experiencia recargando, o lo que sea. Eso da para otro artículo.

El porcentaje de arrepentidos al comprar un coche eléctrico no va a ser ningún obstáculo para la transición, si acaso un pequeño retraso, ya que productos posteriores pueden hacerles cambiar de parecer de nuevo. Lo que sí tenemos, y es a patadas, es arrepentidos de usar combustión interna y que juran y perjuran no volver a comprar jamás un coche que use petróleo destilado.