ABT se mete de lleno en la tecnología del hidrógeno para vehículos comerciales
ABT es más conocida por sus programas de tuning para los modelos del grupo Volkswagen que por desarrollos de propulsión más eficientes. Pero una división del preparador que se dedica a este campo, los de E-Line, acaban de presentar un sistema FCEV para furgonetas con una potente pila de combustible.
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Publicado: 01/12/2022 19:05
Las furgonetas eléctricas ganan terreno pero los profesionales del sector comercial siguen apostando por los modelos diésel. La amplia oferta disponible en el mercado garantiza una elevada autonomía máxima con un solo depósito que, en el mejor de los casos, llega a disponer de hasta 800 kilómetros. La autonomía más deseada para los coches eléctricos y también las furgonetas eléctricas.
Imposible a día de hoy porque se necesitarían baterías de hasta 300 kWh de capacidad. Sin embargo, los de ABT E-Line, una rama del preparador por excelencia, y experto en tuning, en los modelos del grupo Volkswagen, ha presentado una interesante novedad para vehículos comerciales basada en la tecnología del hidrógeno. Un sistema listo para producción, y con el que es posible transformar una furgoneta diésel en una equipada con pila de combustible, demostrando su funcionalidad y viabilidad a bordo de la Volkswagen Crafter.
ABT E-LINE transforma furgonetas diésel en FCEV
El sistema de propulsión es modular por lo que se adapta a todas las furgonetas del mercado, según los requerimientos del cliente. Cuenta con un mínimo de dos tanques de almacenamiento de hidrógeno -a 700 bar de presión- y un máximo de siete, un verdadero reto para los técnicos de la empresa de Kempten, pues se alojan en un chasis especial construido para los bajos del área de carga. Lógicamente, cuanto mayor sea el número de depósitos, mayor es la autonomía.
ABT señala que ésta es de «unos cientos de kilómetros más» que la proporcionada por la energía eléctrica almacenada en las furgonetas eléctricas alimentadas por baterías, alargando el repostaje por más tiempo comparado con modelos diésel equivalentes. Y, por supuesto, mucho más comparado con una furgoneta eléctrica.
El hidrógeno no tiene competencia con las baterías
ABT reconoce que las modificaciones necesarias para albergar todo el sistema de la pila de combustible, la estructura de seguridad y los tanques ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza técnico. Un reto conseguido con el que se abre una nueva posibilidad para los profesionales que no se verán obligados a realizar el desembolso cuando se puede realizar una conversión. Aunque se desconoce su precio, la realidad es que la densidad de energía del hidrógeno está muy lejos de la de las baterías eléctricas actuales.