¿El acelerador de tu coche no funciona? Estas son las razones
El acelerador de un coche se compone de distintos elementos que pueden evitar que funcione correctamente. Si el coche no acelera o, aún peor, se queda acelerado permanentemente, puede deberse a varias causas que analizaremos a continuación.
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Publicado: 08/06/2020 15:30
Conjuntamente con el pedal del freno, el acelerador es un elemento vital para el funcionamiento de un vehículo, pero también para nuestra seguridad. De su correcto funcionamiento depende, sin medias tintas, que podamos utilizar el coche sin correr serio peligro de ocasionar un accidente.
En cualquier caso, lo habitual es que no tengamos problema alguno con el acelerador a lo largo de la vida útil de nuestro coche, pues se trata de un sistema fiable y que en condiciones normales no debe darnos problemas. No está de más, de todos modos, tener información acerca de los posibles problemas que pueden surgir, para de ese modo poder solventarlos si se hace necesario actuar.
El coche no acelera
En primer lugar vamos a centrarnos en el hipotético caso de que, al pisar el pedal del acelerador, el coche no avance o lo haga con mucha dificultad. Ello puede deberse a varias razones, algunas más relevantes que otras.
El embrague
Cuando el embrague sufre una degradación extrema, es incapaz de acoplar la caja de cambios con el volante motor, pues el disco de fricción se ha desgastado y patina, siendo incapaz de propiciar el movimiento del cigüeñal. En ese caso, la única solución es acudir al taller para solucionar la avería.
La correa de distribución
Es complicado que no nos demos cuenta de que esto ha sucedido, pero lo cierto es que la rotura de la correa de distribución hace imposible que el motor gire y es por dos razones. La primera es que se encarga de mover la distribución, que es la que se encarga de sincronizar la apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape del motor con el cigüeñal. Si ello no es posible, no se completará el proceso que posibilita la combustión y el movimiento.
La segunda es que ello implica la rotura de numerosas partes del motor, que incluso puede ocasionar que nos veamos obligados a desecharlo y tener que sustituirlo por otro. La correa no da problemas si se respetan los tiempos de sustitución marcados por el fabricante.
Filtro de combustible
Otra de las razones por la que nuestro vehículo puede no acelerar o lo hace con mucha dificultad es por la presencia de suciedad en el filtro de combustible, que impide que el motor reciba el carburante necesario para trabajar adecuadamente.
Ello se soluciona con un cambio de filtro, aunque lo ideal es no tener que llegar a este punto para no dañar otras partes del motor, que se pueden ver afectadas por la incorrecta utilización y suministro del combustible.
El sistema electrónico
Los coches actuales están provistos de un sinfín de elementos electrónicos controlados por la ECU y el funcionamiento del acelerador no es una excepción. Cada vez más es más habitual el uso de sensores del pedal del acelerador sin contacto, cuyo funcionamiento se basa en un principio inductivo.
Una avería puede deberse a una de las siguientes causas:
- Conexiones o cables dañados en el sensor del pedal acelerador
- Falta de alimentación de corriente y de masa
- Electrónica de evaluación defectuosa en el sensor
En ocasiones el fallo también puede venir provocado por una excesiva emisión de gases contaminantes, que motiva un error en la centralita e impide que el coche acelere.
El acelerador se ha quedado pegado
Este segundo supuesto es el contrario al que hemos analizado y no cabe duda de que es el más peligroso. Pero si llegamos a sufrir la angustiosa situación de ver cómo nuestro coche se queda acelerado aunque soltemos el pedal, debemos mantener la calma y buscar una solución rápida con la que solventar o minimizar el problema.
La alfombrilla
Lo primero es comprobar que la alfombrilla del suelo no es la causante de que el acelerador se haya quedado enganchado y no pueda volver a su posición. Parece una tontería, pero en ocasiones una alfombrilla de tamaño o forma inadecuada puede ocasionar este problema.
Problema mecánico
Puede haber surgido un problema que impida que el acelerador vuelva a su posición. En los coches con acelerador por cable, con sistema tradicional, algún resorte del sistema o un cable desgastado pueden ser la causa. También puede ocurrir que el resorte del pedal esté dañado y no tenga la capacidad de retomar su posición original.
Fallo en el sensor del acelerador
Al igual que antes hablábamos de un fallo electrónico en el sensor que impide que el coche acelere, puede ocurrir lo contrario, que no desacelere. Es habitual que la propia centralita detecte el fallo y actúe para evitar un problema de seguridad.
¿Qué hago si el coche se queda acelerado?
Una vez que hemos comprobado que la alfombrilla no es el problema, debemos intentar levantar el pie del acelerador con nuestro pie, metiéndolo por debajo y tirando hacia nosotros.
Si eso no funciona, lo mejor es colocar el coche en punto muerto antes de comenzar a frenar, pues de lo contrario es muy posible que quememos los mismos antes de habernos detenido. En este caso el motor se revolucionará bruscamente, pero es evidente que en situaciones así la integridad del motor es lo de menos.
Una vez que circulemos ya a muy baja velocidad, giraremos el contacto del motor para detenerlo y que deje de girar. Cuando lo hagamos, nos quedaremos sin sistema hidráulico, por lo que la asistencia de los frenos y la dirección dejarán de funcionar y nos costará mucho girar y detenernos. Por eso, es importante esperar al último momento para hacerlo.
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