La adopción masiva de coches eléctricos mantendrá bajo el petróleo en 2020-2030
¿Cómo será la próxima crisis del petróleo? Pues no tan mala para nosotros. Un estudio de Bloomberg afirma que, si se popularizan mucho los coches eléctricos, habrá un exceso de petróleo en el mercado y los precios tendrán que permanecer bajos durante años
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Publicado: 28/02/2016 13:00
La teoría del pico del petróleo postula que la producción mundial de crudo no podrá seguir manteniendo el ritmo necesario para atender a la demanda. Eso significa que los precios se empezarían a disparar. Esa es una teoría de lo que puede pasar en el futuro, pero no la única.
Por otro lado, hay analistas que creen que la demanda de petróleo empezará a decrecer según se popularicen los coches enchufables (tanto eléctricos puros como híbridos enchufables). Todo el petróleo que dejen de consumir empezará a sobrar en el mercado, y eso evitaría una escalada de precios.
Ahora mismo los eléctricos suponen el 1% de las ventas mundiales de coches, una miseria, pero tienen un ritmo de crecimiento muy elevado año tras año. Eso se puede explicar trivialmente, partiendo de bajos volúmenes de ventas, los crecimientos rápidos se dan con más facilidad.
Llegará un momento en que las ventas de coches eléctricos sean tales, que sobren en el mercado energético dos millones de barriles diarios. Esa misma cantidad produjo, en 2014, el desplome del crudo que estamos viviendo hoy. Ahora mismo hay un exceso de producción de crudo, y las causas son diversas:
- La OPEP produce mucho para tumbar la industria del fracking en EEUU, y así bajar los precios y la rentabilidad de esas explotaciones
- La demanda energética de China se ha reducido por el frenazo de su boyante economía
- Al reducirse el precio del barril, los países de la OPEP tienen que producir aún más si quieren cuadrar sus cuentas públicas
- Iran está a punto de inundar el mercado de barriles tras el levantamiento de las sanciones internacionales
Según un análisis publicado por Bloomberg New Energy Finance (BNEF), a lo largo de la próxima década los eléctricos conseguirán que sobren esos dos millones de barriles de nuevo. Como muy pronto puede ocurrir en 2023, pero también puede ocurrir en 2028. Según un estudio de la OPEP, incluso en 2040 los eléctricos serán minoritarios, y no supondrán grandes cambios en el tablero de juego. Una de las dos previsiones se equivoca mucho.
¿Por qué los coches eléctricos no son más populares hoy día?
Si bien es cierto que su coste de "combustible" es bajísimo, por debajo de 1 euro cada 100 km, siguen siendo caros respecto a coches equivalentes de gasolina o gasóleo. Un tercio del precio viene determinado por las baterías, cuyo precio por unidad de energía está reduciéndose mucho.
Entre 2010 y 2015 cada kWh cuesta menos de la mitad
Si se reduce el precio de las baterías, hay dos efectos inmediatos: bajan los precios de los coches eléctricos, o aumenta su autonomía, o ambos. Esos dos efectos reducen la suspicacia del comprador generalista, y les ayuda a replantearse si un eléctrico es lo más conveniente para su estilo de vida.
La energía que esos coches dejen de consumir del petróleo, tendrá que salir de algún lado. Bloomberg ha calculado que esa energía será fundamentalmente renovable, ya que es la que más crece globalmente desde 2013. En otras palabras, la energía que consuman será más respetuosa con el medio ambiente, por lo que se empezará a limpiar -aunque lentamente- el aire que respiramos.
¿Qué más puede pasar?
Como en todo estudio, cuando uno dispara tan alto, puede equivocarse mucho. Queda por ver si el crecimiento de economías emergentes (China, Ruisa, Brasil, la India), con una creciente clase media, aumenta las ventas de coches convencionales hasta el punto de neutralizar el ahorro en petróleo de los enchufables. Con un petróleo barato, por debajo de 50 dólares/barril, los consumidores tienden a usar más el coche, aquí y en la China.
También hay que considerar el aumento progresivo de la tendencia a no tener coche propio, cada vez más típico entre la población joven del mundo desarrollado, y en cada generación se acentúa más. Los coches autónomos y las nuevas fórmulas (como alquiler, coche compartido, o pago por uso) hacen que se necesiten menos coches privados. A eso hay que añadir la mejora del transporte público en los grandes núcleos urbanos.
El estudio no parece haber considerado un escenario muy desfavorable, como un gran conflicto bélico, o cambios disruptivos en la tecnología de extracción de petróleo, que permitan más extracción sin que los costes suban. Algunos yacimientos modernos, como los de arenas bituminosas, perforaciones en alta mar o la ruptura hidráulica (fracking) solo tienen sentido si el barril es caro. Si no, hay que tirar de pozos convencionales.
Bloomberg predice que en 2040 los coches enchufables van a consumir 1.900 TWh, es decir casi dos millones de gigavatios hora, esa cifra equivale al 10% de la electricidad generada en 2015. La mayor parte de esa energía se consumirá de noche, ayudando a reducir los costes del sistema eléctrico (naturalmente dimensionado para la demanda diurna).
A largo plazo, los eléctricos van a mejorar mucho nuestra calidad de vida y el impacto ambiental de la sociedad moderna. Y el estudio también ha considerado la cantidad de materiales caros y escasos necesarios para las baterías, como cobalto, níquel o litio. Si no cambia la tecnología actual de baterías, la disponibilidad de esos recursos no va a ser ni mucho menos un problema: menos del 5% de las reservas probadas.
¿Llegará un momento en que no necesitemos tanto petróleo y los países productores se lo tengan que "comer"?
Es una posibilidad. Pero de aquí a 2040 pueden pasar tantísimas cosas, que es muy difícil acertar. Al menos nos quedamos con que el barril puede que no vuelva a los niveles especulativos que tuvo recientemente, en el que se llegó a la cifra psicológica de 150 dólares. Unos ganan, y otros pierden, siempre será así.
En lo que a nosotros respecta, países desarrollados dependientes en recursos, la energía "barata" nos beneficia. Por contra, los países que basaban su prosperidad en las ventas de petróleo tendrán que hacer cambios estructurales en sus economías.
Fuente: Bloomberg