Así puedes ahorrar 500 euros anuales en combustible con una conducción eficiente

La gasolina y el diésel son un bien muy caro, por lo que circular de manera eficiente con nuestros vehículos hace posible conseguir un ahorro considerable. Por eso, nos permitimos el lujo de ofrecerte algunos consejos que consideramos valiosos.

Así puedes ahorrar 500 euros anuales en combustible con una conducción eficiente
Se puede conseguir un ahorro considerable con buenos hábitos de uso y conducción del coche.

10 min. lectura

Publicado: 11/10/2022 11:00

La Dirección General de Tráfico considera que una conducción eficiente permite ahorrar hasta 500 euros al año a cada conductor. Pero, ¿cómo se lleva a la práctica una conducción eficiente que nos permita ahorrar tanto dinero?

Lo cierto es que son muchas y variadas las acciones que podemos realizar para reducir el consumo de combustible. Y (casi) todas ellas son también aplicables a los vehículos eléctricos. Si quieres conocerlas, sigue leyendo.

Poner el punto muerto en las bajadas no ahorra combustible, al contrario

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

Cómo ahorrar cambiando el modo de utilizar el coche

El consumo de combustible de un vehículo se esconde en muchos pequeños detalles que contribuyen a generar un mayor gasto a medio y largo plazo. Aspectos como el mantenimiento del vehículo, el uso del aire acondicionado o el volumen y manera de llevar la carga son algunos de ellos.

El mantenimiento del vehículo

No cabe duda de que el estado general de un vehículo influye de manera determinante en el consumo. Podemos diferenciar tres factores principales:

  1. Presión de los neumáticos: ya hemos insistido en muchas ocasiones y lo reiteramos; revisar la presión de los neumáticos y llevar siempre la cantidad de aire correcta es vital para la seguridad y la eficiencia. Esto es así principalmente porque un neumático con baja presión eleva el rozamiento sobre el asfalto y dificulta el avance del vehículo, lo que deriva en un mayor consumo de combustible. Pero también porque propicia desgaste irregular y prematuro.
  2. Niveles y filtros: si los niveles de todos los líquidos relacionados con el motor, así como los filtros, están en buenas condiciones, el consumo será menor porque el propulsor ofrecerá su máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo.
  3. Estado del motor: además de revisar los niveles y sustituir los filtros cuando lo indique el libro de mantenimiento, es esencial detectar posibles averías o problemas en el motor que puedan aumentar el consumo y las emisiones. Además, si no se solucionan, acabarán provocando problemas mayores y un elevado desembolso de dinero.
Llevar la presión correcta en los neumáticos es vital para reducir el consumo de combustible.

La antigüedad del vehículo

Con el paso de los años, los componentes de un vehículo se deterioran y generan mayores fricciones y desgaste. Esto incide negativamente en el consumo, pues los componentes no van tan ‘finos’ como al principio.

De igual modo, la tecnología avanza y gracias a ello los consumos se reducen, por lo que los vehículos de mayor edad siempre consumirán más que los nuevos modelos que van saliendo al mercado.

En cualquier caso, es obvio que no todos nos podemos permitir cambiar de coche cada poco tiempo, por lo que todo pasa por un buen mantenimiento. Eso sí, fórmulas como el renting pueden ayudarnos a estrenar un vehículo cada pocos años.

El aire acondicionado y las ventanillas

Este punto incide mucho en el consumo de un vehículo, ya que el aire acondicionado se sirve del motor para funcionar, restándole energía y algo de potencia. Por tanto, utilízalo sólo cuando lo necesites y, sobre todo, mantén una temperatura razonable que te permita viajar con comodidad sin aumentar el consumo de combustible más de lo necesario.

Eso sí, ten en cuenta también que llevar las ventanillas abiertas también contribuye a aumentar el consumo, pues el aire del exterior se introduce en el vehículo y actúa como un enorme freno aerodinámico. A consecuencia de ello, el motor tendrá que trabajar más para mantener la velocidad.

Como lo último que queremos es asarnos dentro del coche (no sólo por confort, sino por seguridad y salud), generalmente lo mejor es bajar las ventanillas al principio del trayecto para extraer el calor del habitáculo y, una vez que entramos en la carretera o en la autovía, encender el aire acondicionado. Y es que, a mayor velocidad, mayor será el efecto negativo de las ventanillas bajadas.

Carga y equipaje

Cuanto más pese el coche, mayor será su consumo. De igual modo, cuanto mayor sea su volumen o la irregularidad de sus formas, mayor freno aerodinámico ejercerá.

Por tanto, debemos intentar siempre llevar la carga y el equipaje dentro del vehículo, y siempre en la zona de carga para ir seguros. Además, llevaremos sólo lo que necesitemos, no más. Llevar el maletero lleno de cosas por pereza o no desmontar las barras del techo o el cofre por la misma razón, sólo nos servirá para incrementar el consumo de manera considerable.

Un buen uso del aire acondicionado y las ventanillas permite ahorrar combustible (o no gastar de más).

Cómo ahorrar cambiando la forma de conducir

Además de mantener el vehículo en buen estado, realizar las revisiones en momento y forma y hacer un uso racional del aire acondicionado, puedes marcar una enorme diferencia en el consumo de combustible con tu forma de conducir. Vamos a enumerar algunas buenas prácticas:

  1. Ser muy suave con el acelerador hasta que el motor coja temperatura: esto es algo que debes tener presente siempre. Hasta que el motor no haya alcanzado una temperatura razonable, exigirle implica un desgaste prematura porque el lubricante no ha tenido tiempo de distribuirse correctamente por todo el motor, ni tampoco ha alcanzado una viscosidad óptima. Ten paciencia o, además de consumir más combustible, acabarás teniendo que pagar una buena avería.
  2. Conducción suave durante el trayecto: el motor de un coche consume combustible al subir de vueltas, por lo que frenadas y aceleraciones bruscas generan un mayor consumo de combustible. Para conseguir una conducción suave, es vital saber anticipar cada situación: semáforos, curvas, adelantamientos, distancia de seguridad, etc. Y recuerda, poner el punto muerto en las bajadas no ahorra combustible, al contrario.
  3. Llevar la marcha adecuada: esto es vital, no sólo para el consumo, sino también para la integridad del motor. Pero cuidado, ir bajo de vueltas cuando tienes que acelerar también es malo porque pides al motor un esfuerzo que no puede asumir al carecer de potencia suficiente. Lleva el motor siempre en el rango adecuado de vueltas y obtendrás un excelente equilibrio entre consumo, potencia y ahorro en mantenimiento a largo plazo.
  4. Respetar los límites de velocidad: dejando de lado el debate sobre si los límites de velocidad impuestos en España son los adecuados, es un hecho que la diferencia de consumo en un coche que va a 100 km/h respecto a otro que circula a 120 km/h es considerable. Esto se eleva exponencialmente a medida que se incrementa la velocidad, por lo que un modo muy razonable de ahorrar combustible es mantener siempre una velocidad moderada. Esto puede hacer que cada depósito de combustible dure varias decenas de kilómetros más.
  5. Planea bien tu ruta antes de iniciar el trayecto: De ese modo, evitarás equivocaciones y no tendrás que recorrer más kilómetros de los necesarios.

Estas son algunas de las prácticas que podemos poner en marcha para ahorrar combustible con nuestro vehículo. ¿Es posible llegar a esos 500 euros anuales que afirma la DGT? Bueno, esto dependerá mucho de nuestros hábitos de conducción y de hasta qué punto tengamos que corregirlos para mejorar, así como de cada vehículo y sus características.

En cualquier caso, sea mucho o poco, lo que está claro es que un buen mantenimiento del vehículo, así como un uso razonable del mismo y una conducción eficiente marcan una gran diferencia en nuestro bolsillo. Y eso nunca es mala idea.

Fotos: Freepik

Pixel