Alemania toma una mala decisión con las ayudas para los coches eléctricos que podría derrumbar el mercado

Europa se ha fijado importantes objetivos medioambientales de cara a los próximos años. El Viejo Continente quiere eliminar del mercado los coches de combustión. Actualmente, el Parlamento Europeo ha aprobado una medida que impedirá su venta, salvo excepciones, a partir de 2035. Aunque parece una fecha lejana, muchos expertos aseguran que no podremos cumplir con la fecha si el mercado eléctrico no acelera su expansión. En Alemania, uno de los países más destacados, acaban de tomar una decisión que compromete dicho objetivo.

Alemania está en pleno proceso de ajuste presupuestario. Nuestros vecinos del norte quieren reducir los gastos. La ley alemana obliga al Gobierno a no comprometer la salud económica del país. No pueden tener un déficit superior al 0,35% de su producto interior bruto. Tras unas negociaciones muy tensas con sus socios de Gobierno, el presidente, Olaf Scholz, acaba de anunciar las medidas de ajuste que entrarán en vigor a partir del próximo año. 12.000 millones de ahorro en 2024 que se convertirán en un total de 45.000 millones adicionales entre 2025 y 2027.

Medidas impopulares en tiempos inciertos

Los recortes afectan a muchas áreas, incluidas las ayudas a la compra de coches eléctricos. Si bien el ejecutivo seguirá apoyando proyectos que sustenten la transición ecológica del país, recordemos que Alemania es uno de los territorios que más carbón sigue usando para generar energía, el Gobierno ha acordado recortar en casi 60.000 millones de euros los fondos para la transición ecológica. Los subsidios a la energía solar y las ayudas para la compra de vehículos eléctricos desaparecerán antes de lo previsto.

El Ministro alemán de Economía, Robert Habeck ha sido tajante al respecto durante la posterior conferencia de prensa realizada junto con el canciller, «Eliminaremos gradualmente y antes de tiempo el bono medioambiental, es decir, el subsidio a los vehículos eléctricos». Por su parte, el Ministro de Finanzas, Christian Lindner ha declarado, «Me duele, pero ese es el precio que debemos pagar por mantener los componentes centrales, los pilares del Fondo para el Clima y la Transformación». La medida ya ha sido criticada por las asociaciones y los partidos ecologistas. La industria también teme que otros países tomen el ejemplo de Alemania.

La Unión Europea está compuesta por un total de 27 países y no todos avanzan al mismo ritmo en sus estrategias de electrificación. Las ayudas siguen siendo esenciales para ampliar la cuota de mercado de coches eléctricos. Numerosas marcas y expertos aseguran que el mercado ya se está comprimiendo. Las reservas de vehículos enchufables han caído y por el seno político ya surgen los primeros rumores sobre un posible retraso en la normativa de 2035. Las próximas elecciones europeas serán críticas para saber qué rumbo tomarán las políticas medioambientales durante los próximos años.

Mientras, España se mantiene como uno de los países más rezagados con respecto a la compra de vehículos de cero emisiones. Con los precios disparados y una infraestructura de carga deficitaria, pocos son los conductores que deciden dar el salto a la movilidad eléctrica. El Gobierno estimula la compra con numerosas ayudas. Subvenciones directas como el Plan MOVES III así como deducciones de hasta el 15% en el IRPF. A pesar de que el mercado avanza, no lo hace al ritmo necesario. Apenas quedan 11 años para el 2035 y se antoja casi imposible una completa transformación del mercado.