La obligación especial que tendrán los propietarios de coches autónomos en Alemania
La conducción autónoma de nivel 3 ya tiene vía libre en Europa. Una tecnología que, por ahora, está disponible en los modelos más caros pero que llegará a los más convencionales. Sin embargo, lo que parece un alivio para los conductores, tiene cuestiones que te interesan conocer.
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Publicado: 28/02/2022 20:00
El nivel 3 de conducción autónoma ya está listo para implantarse en Europa. El primer país ha sido Alemania que, desde el pasado verano, cuenta con una regulación específica en esta materia -permite hasta nivel 4- y el Reino Unido está más que dispuesto a ser el segundo. Además, recientemente, Europa ha anunciado que este nivel será legal en todo el Viejo Continente desde el próximo verano. Una oportunidad que los fabricantes no están desaprovechando en absoluto.
Los Premium como Mercedes están listos ya para ofrecer el sistema «Drive Pilot» en los más lujosos, pero Stellantis no está muy lejos de hacerlo. De hecho, en poco más de un año algunos de sus modelos más nuevos dispondrán de funciones autónomas de nivel 3. Pero no todo es perfecto. Los fabricantes asumen un importante riesgo de seguridad que obligará a incluir una memoria de datos cada vez que se active el sistema que estudiarán, sin violar la protección de datos, para las evoluciones de los diferentes componentes y situaciones de riesgo, así como el conductor puede toar el control sin que se ponga en peligro a los pasajeros y al tráfico del entorno.
Las obligaciones de la conducción autónoma de nivel 3 y sucesivos
Pero no serán los únicos implicados, porque los propietarios de los coches autónomos también tendrán obligaciones. Al menos, por ahora en Alemania, pero a buen seguro se hará extensivo a toda Europa. Y es que si ahora llevamos los coches a revisión cada 10.000, 20.000 o 30.000 kilómetros, los equipados con tecnología autónoma en Alemana, deberán de pasar una revisión cada ¡90 días!
El Ministerio Federal de Transporte, responsable de la Ley de Conducción Autónoma, obligará a los propietarios de los vehículos a pasar una revisión periódica, especialmente antes de cada viaje, en la que se comprobarán los frenos, dirección, iluminación, cámaras, sensores y toda la electrónica que regula el funcionamiento de los sistemas. Una inspección que será llevada a cabo por expertos y que deberá demostrar que, al igual que el sistema se puede activar, también desactivar.
Una medida que será obligatoria independientemente de que se use o no. Porque, hoy se trata de un opcional, por lo que el que decida incluirla en el equipamiento, tendrá intención de utilizarla en algún momento y área que lo permita. La seguridad es clave. Estudios recientes en Reino Unido han revelado que los británicos no están preparados para este nivel, ni como usuarios al volante ni como peatones o ciclistas, considerándola un peligro. El sistema puede fallar, será responsabilidad del fabricante, pero el propietario también tendrá su parte, vigilar que se revise su funcionamiento.
Fuente: BMDV