¿Un Alpine A110 Hybrid? Existe pero nunca lo verás en las calles por un motivo

La mayoría de los fabricantes ha anunciado oficialmente su transformación de marca de combustión a una marca eléctrica antes de la próxima década. Alpine también lo ha hecho pero, a diferencia del resto, la francesa no ha pasado por la hibridación, que es el término medio en la tecnología de electrificación. Pero esta circunstancia especial no quiere decir que no hayan hecho sus «pinitos» internamente la marca de Dieppe o cualquiera de los proveedores y consultores técnicos con los que trabaja.

De hecho, los ha habido. Existe un Alpine A110 Hybrid, que fue desarrollado por una consultora externa especialista en la tecnología de electrificación y arquitecturas eléctricas, externa a la marca deportiva francesa, pero con la que ha trabajado en numerosas ocasiones y también con la del Rombo. Se trata de Technomap. Sus especialistas conocen muy bien la tecnología alojada bajo la carrocería del A110, pues trabajaron en su etapa de desarrollo, especialmente sobre la arquitectura eléctrica y su integración con toda la mecánica.

El Alpine A110 Hybrid fue interesante para la marca pero lo descartó

La crisis padecida por la pandemia sanitaria durante 2020 hizo pensar en nuevos horizontales de cara al futuro de loa consultora, ocurriéndose la idea de desarrollar un demostrador tecnológico: el Alpine A110 Hybrid. La base ya estaba en sus talleres, una de las mulas utilizadas durante la puesta a punto del moderno modelo. El deportivo galo rinde nada menos que 400 CV de potencia máxima, y cuenta con tracción total. Dos argumentos de los que carece ahora mismo y que le habría bastado para rascar ventas de cara al Audi TT RS y al Porsche 718 Cayman, los dos contrincantes de los franceses.

La técnica del proyecto del Alpine A110 Hybrid es cuanto menos curiosa. La disposición central del motor de cuatro cilindros y 1.8 litros TCe de Renault se mantiene en la misma ubicación, pero todas las tuberías y conductos de combustible se han reforzado porque el incremento del rendimiento de 292 a 400 CV, es responsabilidad del etanol como combustible, en lugar de gasolina. Además, bajo el capó delantero dispone de un motor eléctrico que mueve las ruedas de este eje, alimentado de una batería que se encuentra entre los asientos delanteros.

El jefe del proyecto, David Helluin, reconoce que jamás se ha hecho tal transformación, y que este Alpine A110 es el más potente del mundo, pero nunca lo veremos en las calles. El prototipo, que ha costado nada menos que medio millón de euros, fue presentado a los responsables de Alpine y sí les pareció interesante, pero lo descartaron porque no concuerda con la nueva estrategia de electrificación total de Alpine. Demostrará su valía en los circuitos de Dreux y el de Bugatti en Le Mans como acción de marketing de la marca, pero nada más. Y/ así, hay miles de interesantes desarrollos que se han caído por decisiones de las marcas.

Fuente: Actu.fr