El Alpine A110 también quiere su propio récord en Pikes Peak y superar al Porsche Cayman GT4 Clubsport

A principios del pasado año, la marca más deportiva del Rombo presentó una actualización del único modelo con el que cuenta en la gama, ofreciendo diferentes versiones para aumentar las ventas del modelo. Tan solo unos meses después, la firma francesa heredera de la antigua Renault Sport, reveló la versión más deportiva y radical del modelo, el Alpine A110 R. Una verdadera bestia del asfalto gestada en los circuitos con un rendimiento de verdadero sobresaliente.

La base que ahora ha utilizado la división de competición que ha transformado a la versión más potente y radical hasta la fecha del A110 con un motivo más que especial: batir un nuevo récord entre los deportivos de su categoría en una de las carreras de resistencia más exigentes del mundo, donde el exclusivo Alpine A110 Pikes Peak que, por supuesto, no llegará a producción, es el verdadero protagonista.

El Alpine A110 Pikes Peak luchará en el Pikes Peak

Alpine y Signatech mantienen una importante alianza de cooperación para las versiones más radicales destinadas a competición, y a la que no renuncian para enfrentarse a un importante desafío que tendrá lugar el próximo 25 de junio de 2023. El trabajo realizado sobre este Alpine A110 R es verdaderamente agresivo, dotando al deportivo francés, que se ha sometido a una brutal transformación donde la aerodinámica juega un papel fundamental.

A pesar de que la esencia del Alpine A110 se mantiene, ha cambiado tanto estéticamente que casi se asemeja a un modelo nuevo. Los faros delanteros presentan una nueva forma, más oscurecidos y con una traviesa horizontal de LED que proporcionan un aspecto más moderno y deportivo, al igual que los dos añadidos más cercanos al capó. El paragolpes es completamente nuevo, dominado por una gran parrilla que se extiende de un extremo a otro y donde no hay cabida para otras tomas de aire adyacentes.

El Alpine A110 Pikes Peak hereda características propias de Le Mans

Por detrás, el diseño de los pilotos se mantienen pero las funciones luminosas se han limitado a tres finos segmentos verticales integrados en los bordes exteriores y central del impresionante spoiler, que cuenta con una aleta de tiburón al más puro estilo de Le Mans. Las llantas de aleación forjada son específicas, como también los deflectores aerodinámicos que se hallan en la delantera y trasera, junto con los faldones laterales y el difusor. Un conjunto de componentes diseñados para ofrecer una elevada carga aerodinámica en las 156 curvas del recorrido montañoso.

Alpine ha sido más que escueta con los detalles técnicos de esta bestia, aunque sí ha dejado caer un par de ellos más que significativos: el peso en báscula es de solo 950 kilogramos, además de integrar una nueva toma de aire de admisión sobre el panel del techo, logrando que el motor de gasolina, del que se supone mantiene la misma configuración del modelo de producción, ahora rinda una potencia máxima de casi 500 CV. Dos centenares extras que, a buen seguro, esconden más modificaciones y allanan el camino para una edición especial más radical en un futuro no muy lejano...