Alpine no descarta desarrollar un hypercar tras cerrar su etapa LMP1

Renault ha iniciado una auténtica ofensiva con Alpine en competición. De hecho, la firma francesa ha pasado de tener un papel residual a ser protagonista de tres programas deportivos en tres de disciplinas de primer nivel. De hecho, Alpine competirá en Fórmula 1, en la clase reina del WEC y mantiene su papel dentro de la categoría R-GT de rallies. Con todo, la apuesta de Alpine es casi una 'herencia', ya que Alpine toma el control del proyecto de Renault en Fórmula 1 y compite con un LMP1 que estuvo en manos de Rebellion en 2020, por mucho que este haya sido rebautizado como Alpine A480 LMP1.

Por ende, el proyecto de Alpine en el WEC y Le Mans tiene teórica fecha de caducidad, ya que la firma francesa sólo podrá competir con este LMP1 hasta que la etapa de convivencia con los nuevos prototipos LMH (hypercar) se acabe. Por el momento, el Alpine Endurance Team sustenta su apuesta en un equilibrio de prestaciones que les permita competir con los LMH de Toyota y Glickenhaus, así como por la experiencia y fiabilidad que ofrece el prototipo Oreca con motor Gibson, modelo que compitió como Rebellion R13 y que en esta nueva etapa incluso estará menos exigido a nivel mecánico.

Sin embargo, el proyecto del Alpine Endurance Team no quiere ser un esfuerzo puntual y la marca maneja dos vías. Estirar su proyecto LMP1 si FIA y ACO deciden ampliar un año más la convivencia de estos prototipos con los LMH o una más agresiva, desarrollar su propio vehículo de nueva generación. De hecho, Signatech y Alpine están valorando la opción de desarrollar su propio hypercar. El propio Philippe Sinault, máximo responsable de Signatech, ha reconocido que está en contacto casi permanente con Laurent Rossi y el personal técnico de Alpine para estudiar esta opción de futuro dentro de un escenario cambiante en el mundo de la resistencia.

Fuente: MotorsportFotos: Alpine Endurance Team