Amaxofobia ¿cómo superar la fobia a conducir?
La fobia a conducir afecta a una importante cantidad de personas. Se llama amaxofobia y puede aparecer incluso cuando ya llevas muchos años conduciendo, no solo a los que nunca se han puesto al volante. Y no te preocupes, porque tiene solución.
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Publicado: 03/04/2020 16:00
Para muchos, conducir tiene la sencilla finalidad del desplazamiento; es decir, ir de un lugar a otro. Y para muchos otros, conducir es realmente divertido. Pero para algunos otros, cerca del 30% de los conductores de nuestro país, conducir es un auténtico problema por la amaxofobia. Esto es, fobia a conducir.
Los afectados por la fobia a conducir, la amaxofobia, sufren de ataques de ansiedad e incluso ataques de pánico al ponerse a los mandos de un vehículo. Y en los casos más graves, incluso ataques de pánico únicamente por pensar que tienen que ponerse al volante. De este 30%, que según nos dicen las estadísticas son en su mayoría mujeres, un 12% se ven incapaces de llegar a conducir un coche.
¿Qué es la amaxofobia, o fobia a conducir? Estos son los síntomas
Como ocurre con cualquier fobia, hay diferentes grados y en función del mismo se tendrán unos síntomas u otros, algunos de ellos o todos los posibles. En cualquier caso, son frecuentes el nerviosismo, la ansiedad, la sensación de que falta el aire, los temblores de extremidades -tanto los brazos como las piernas-, dolores musculares o un ritmo acelerado de las palpitaciones. Estas son algunas de las cosas que le suceden a un sujeto con amaxofobia, fobia a conducir.
Se considera que existen tres grupos de personas con amaxofobia, o fobia a conducir. El primero de ellos es el que abandona la conducción durante los primeros 24 meses tras la obtención del carnet de conducir, mientras que el segundo son conductores habituales con experiencia que empiezan a sentir ansiedad, y el tercero estaría compuesto por quienes han sufrido alguna experiencia traumática en un vehículo como, por ejemplo, un accidente de tráfico que ha desencadenado esta fobia a la conducción.
Hay muchos factores que pueden desencadenar la fobia a conducir, y hay factores que hacen que predisponen en mayor medida, a una persona, a sufrir la amaxofobia. Sucesos como un accidente de tráfico favorecerán la aparición de la fobia a la conducción, aunque es algo que puede ocurrir también a los conductores noveles por la inseguridad y la falta de preparación. También, a medida que pasa el tiempo, la pérdida de facultades -o la sensación de ello- puede hacer que aparezca la fobia a la conducción.
Personas perfeccionistas, con pensamientos rígidos, con tendencias negativas o con una percepción de estímulos errónea pueden ser más propensas a sufrir fobia a la conducción. Los problemas de autoestima, el estrés en diferentes ámbitos, ansiedad por otras causas, también pueden ser desencadenantes para acabar teniendo amaxofobia. Y, en cualquier caso, hay tratamientos para superar la fobia a la conducción.
¿Qué hago si tengo miedo a conducir? Así se puede superar la amaxofobia
La amaxofobia, como cualquier otra fobia, requiere para que podamos superarla de especialistas. Lo mejor, para superar este problema y volver a conducir con normalidad, o empezar a hacerlo, es ponerse en manos de un especialista y seguir el tratamiento específico que se nos indique. Podemos repasar algunas de las técnicas empleadas con frecuencia, para personas con fobia a conducir, pero no siempre se llevarán a cabo los mismos pasos.
Suelen ayudar los cursos de conducción, o los cursos de perfeccionamiento de la conducción en otros casos. Este tipo de formaciones están enfocadas a enfrentar al conductor a situaciones límite, de emergencia, en un entorno seguro en el que se puedan hacer frenadas a fondo que no podríamos realizar durante la circulación, subvirajes y sobrevirajes. Además, se aprende también cómo reaccionar a este tipo de situaciones sin sufrir riesgos de ningún tipo.
Con los cursos de conducción se puede reforzar la seguridad y determinación cuando estamos al volante. Pero como avanzábamos, esta no es la única forma o la única técnica empleada para superar la fobia a conducir. También se llevan a cabo terapias psicológicas que buscan identificar el desencadenante de la fobia y atajar el problema con técnicas específicas.
Un tratamiento específico te ayudará a identificar el origen de los ataques de pánico y la ansiedad y a controlar este tipo de situaciones y problemas. Y en este tipo de terapias, uno de los últimos pasos suele ser en el tráfico real. Es habitual que, en tu propio coche o en el del centro especializado que esté tratando tu caso, te acompañe un instructor o psicólogo para avanzar hasta eliminar por completo la amaxofobia.
Lo importante es que, como el resto de fobias, hay tratamiento y solución. Es decir, que si estás siendo incapaz de conducir por esta fobia, que como avanzábamos afecta a 3 de cada 10 personas, no deberías preocuparte porque puedes ponerle remedio y ser un conductor más.