China no conquista el Salón del Automóvil de Múnich pero las marcas europeas tampoco, los motivos tras este equilibrio de poder

La gran mayoría de marcas asistentes a esta segunda edición del Salón del Automóvil de Múnich llevaba meses seriamente preocupada con el gran evento alemán, una edición cargada de miedo y temeridad ante una auténtica invasión de las marcas chinas poniendo una gran roca más a los fabricantes europeos, pero no ha sido así. Lo que sí es cierto es que los coches eléctricos han sido la piedra angular, junto con algunos PHEV.

La feria sustituta del Salón de Frankfurt no ha brillado tanto como se esperaba que lo hiciese, con un resultado un poco más agrio que la primera edición, condicionada por las normas Covid. La organización del evento ha seguido su ruta normal, con dos espacios bien diferenciados a los que acudir para visitar las novedades se convierte en un suplicio, pues los nuevos modelos se han repartido por la ciudad además del centro de exposiciones de Múnich.

El Salón del Automóvil de Múnich, tan agrio como el último de Frankfurt

Las principales marcas europeas han conseguido su gran objetivo, captar toda la atención de los modelos que llegarán en un futuro a corto y medio plazo, y los chinos, que han sido más bien pocos, no han sorprendido tanto como se esperaba de ellos. Los informes previos apuntaban a la utilización del Salón de Múnich como un trampolín para sus novedades, pero lo cierto es que las más destacadas han quedado en un segundo plano.

El nuevo BYD Seal ha sido uno de los presentes, pero la marca ya ha desplegado su estrategia comercial en gran parte de Europa, poniendo precios a diestro y siniestro. Las alemanas han descubierto sus novedades, pero ningún as en la manga, las marcas de Stellantis ni siquiera acudido, el nuevo Peugeot 3008 habría sido una de las estrellas como el nuevo Volkswagen Tiguan, pero sus respectivos propietarios han pasado a un nuevo nivel, el de las presentaciones particulares donde centrar toda la atención que requieren.

Las grandes marcas chinas no invaden el Salón de Múnich, el trabajo ya está hecho

Suecas e italianas tampoco han aparecido, sí la del Rombo, y nada de las dos marcas españolas o checa, salvo las declaraciones de un Thomas Schäfer que se ha visto obligado a rectificar sobre el futuro de SEAT. Así, la vaticinada inmediata invasión china no ha llegado, lo cual no significa que las marcas europeas puedan tomarse un tiempo de relajación, ya que les aguarda un potente año 2024 repleto de novedades que ya han sido presentadas y que están siendo fabricadas para asaltar el continente. Los salones de Bruselas y de Ginebra, los dos primeros del año en Europa, sí que pueden ser un auténtico antes y después.