¿Sueles apurar la reserva de combustible en tu coche? Cuidado, te estás jugando una avería seria... ¡y una multa!

Muchos conductores conducen 'en el alambre' cuando apuran al máximo el depósito de combustible de sus coches. Conducir en reserva no solo no aporta ningún beneficio, sino que se puede convertir en una seria avería y una costosa multa.

¿Sueles apurar la reserva de combustible en tu coche? Cuidado, te estás jugando una avería seria... ¡y una multa!
Estas son las consecuencias que puedes sufrir si conduces con el depósito del coche en reserva.

5 min. lectura

Publicado: 30/09/2024 15:00

Si eres de los que siempre va apurando al máximo con su coche conduciendo en reserva, quizás deberías cambiar esa costumbre. Porque parar a echar gasolina, aunque sea para echar 15 o 20 euros de combustible para llegar a tu destino con holgura, te podría estar ahorrando miles de euros.

Muchos conductores se arriesgan e intentan apurar con el depósito de combustible de sus vehículos. Generalmente, cuando se entiende el testigo de aviso, sabemos que tenemos en torno a 40-50 kilómetros como mínimo de margen, e incluso de 100 kilómetros, en función del tamaño del coche y del depósito.

Sin embargo, no es una buena práctica tampoco fiarse ni de lo que marca el estado de reserva ni la autonomía restante que nos pueda indicar el ordenador de a bordo. Lo mejor sería parar en la gasolinera más cercana y repostar, y te damos dos motivos de peso para hacerlo.

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Un simple gesto como repostar gasolina, aunque sea poco, te puede ahorrar miles de euros.

Riesgos de conducir en reserva: posible avería mecánica

Sí, conducir con poco combustible en el depósito ya de por sí puede conducir a una avería grave, aunque no lleguemos a que el coche se llegue a detener por falta de gasolina o diésel. Si lo haces habitualmente, tu coche te estará pidiendo a gritos que cambies de hábitos, especialmente si se trata de un vehículo diésel.

Tres son los componentes mecánicos que sufren en exceso cuando apuramos el depósito de combustible: los inyectores, cuyos muelles no funcionan de forma correcta cuando no se inyecta gasolina en el motor cuando corresponde, de forma que se pueden desajustar y la mezcla en los cilindros se puede descompensar.

En segundo lugar, la bomba de combustible, la cual necesita tener carburante dentro de su circuito: de quedar poco combustible, se podría sobrecalentar y sufrir daños debido a que está realizando sobreesfuerzos. Además, el filtro de combustible podría colapsar con los sedimentos e impurezas, de forma que no dejará pasar bien la gasolina restante.

Y por último, el aforador, una especie de 'boya' que mide la cantidad de combustible restante: si queda poco carburante en el depósito, el aforador se puede quedar pegado al fondo y dejar de marca el nivel de combustible cuando se vuelva a llenar.

Lo mejor que puedes hacer es repostar combustible con al menos un 20 por ciento del depósito restante, así te evitarás cualquier tipo de problema o avería mecánica.

Conducir en reserva nunca es una buena idea.

Riesgos de conducir en reserva: posibles multas

Debe quedar claro que el propio hecho de conducir en reserva no supone una multa. Es decir, un agente no te puede multar si comprueba que está encendido el testigo de aviso en el vehículo. Ahora bien, lo que pueda suceder después, depende de ti el no convertirlo en una sanción.

Si sigues conduciendo con poco combustible y el coche te termina dejando tirado en mitad de la carretera, te arriesgarás pues a una multa de hasta 200 euros (sin retirada de puntos) por estacionamiento indebido. Si te sucede, reacciona rápido e intenta dejar el coche bien estacionado y en un lugar seguro, advirtiendo de tu presencia con la baliza V-16 o con los triángulos de emergencia.

Pero ojo, porque si realizas una maniobra peligrosa y pones en riesgo al resto de conductores al intentar apartarte, se te podría multar de nuevo con otros 200 euros por conducción negligente.

El culmen de las multas que podrías recibir como consecuencia de quedarte sin gasolina en la carretera está en la forma que tengas de transportar el combustible. Si has decidido ir caminando a la gasolinera más cercana, asegúrate de transportar el combustible en un recipiente homologado.

Nada de botellas de plástico, bolsas, latas… porque además de ser extremadamente peligroso, sobre todo si hace mucho calor, te puede caer una multa de entre 2.000 y 3.000 euros.

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