Así eluden las marcas las multas por exceso de emisiones a pesar de vender SUV a patadas
Los fabricantes de vehículos han conseguido cumplir con las limitaciones impuestas por la Unión Europea y ninguno de ellos superó el tope de emisiones de CO₂ en 2021. Te contamos cómo lo han logrado.
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Publicado: 11/02/2022 11:30
El informe publicado por el International Council on Clean Transportation (ICCT) ha desvelado que ninguno de los fabricantes que operan en Europa incumplió los límites de emisiones de dióxido de carbono (CO₂) impuestos por la Unión Europea durante el ejercicio 2021.
El objetivo medio para dicho periodo era de 118 gramos de CO₂ por kilómetro recorrido bajo la homologación WLTP, que se fija teniendo en cuenta la masa media de los modelos comercializados. Según el informe, la media ha quedado finalmente en 114 para el 100% de la flota vendida en 2021.
Los datos de cada fabricante
Según el informe, la corporación que mejor trabajo ha hecho este último año es la formada por Tesla, Honda y Jaguar Land Rover, que logró una cifra de 65 gramos, muy por debajo de los 143 que tenía fijados por la UE.
Volvo, por su parte, computó 102 gramos, 30 menos de los estipulados. Otras marcas relevantes del mercado obtuvieron los siguientes resultados:
- Grupo BMW: 116 g (-8)
- Daimler: 116 g (-6)
- KIA: 105 g (-5)
- Hyundai: 107 g (-3)
- Renault-Nissan-Mitsubishi: 110 g (-1)
- Grupo VAG: 119 g (-1)
- Stellantis: 118 g
- Mazda, Subaru, Suzuki y Toyota: 116 g
Avance en relación a 2020
La situación del año recientemente terminado contrasta claramente con la de 2020, ejercicio en el que el Pool formado por FCA, Tesla y Honda tuvo que hacer frente a una penalización de 217,5 millones de euros.
Por su parte, Ford y Volvo debieron pagar 174 millones, mientras que el Grupo VAG abonó una cantidad aproximada de 138 millones de euros. Daimler tampoco se libró de ello, debiendo pagar una multa de 210 millones de euros.
Del lado de las marcas que sí consiguieron sus objetivos destacaron PSA, que con 90 g CO₂/km se situó dos gramos por debajo de su meta (92 g), y BMW, a quien se le exigía una media de 103 g y que acabó 2020 con 101 g.
Cómo funciona el sistema
Desde 2020, los fabricantes de coches que comercializan turismos y vehículos comerciales en la Unión Europea están obligados a cumplir los objetivos de emisiones medias de CO₂ a los que hemos hecho referencia anteriormente.
Unos objetivos cada vez más estrictos y que muchas marcas, por la naturaleza de sus vehículos, no podrían cumplir por sí mismas, debiendo hacer frente a decenas o cientos de millones de euros de multa.
Así pues, muchas de ellas optaron por crear lo que se denomina «Pooling», es decir, asociaciones que permitan presentar los resultados como si de un único grupo empresarial se tratara para rebajar la media de emisiones y eludir las multas de la UE.
Un claro ejemplo de ello es el Pooling que más ha rebajado su media en 2021, el formado por Honda, Jaguar Land Rover y, aquí está la clave, Tesla. La marca estadounidense de vehículos eléctricos recibe una compensación a cambio que beneficia a todas las partes, pues es inferior a la multa que sus ‘asociados’ tendrían que pagar a la UE en caso de superar el límite de emisiones.
En cualquier caso, la Comisión Europea no pone trabas a este truco porque en realidad lo que busca es forzar a las marcas a apostar por la movilidad eléctrica. Y es plenamente consciente de que sólo cuajará si le da más tiempo a una industria a la que ya de por sí se le ha metido demasiada prisa por abandonar los motores de combustión.
El auge de los SUV, coches más pesados y grandes
Esto podría, en un principio, contrastar con la tendencia de un mercado que tiene en los SUV su principal fuente de ingresos. No en vano, en la actualidad casi un 30% de las ventas totales pertenecen a este segmento, el de unos vehículos más grandes y pesados que, por tanto, generan mayores emisiones de CO₂.
La clave está en que, como hemos anticipado anteriormente, la media límite de emisiones que fija la Unión Europea para cada marca depende directamente de la masa de los vehículos que vende. Por tanto, a mayor peso, mayor es el margen de emisiones. Con los SUV son todo ventajas, pues además es un tipo de vehículo que actualmente gusta más que ninguno a los potenciales compradores.
El límite impuesto por la UE es de 95 g/km de CO₂. Y cada marca tiene que pagar 95 euros a multiplicar por el total de coches vendidos. Sin embargo, en la práctica cada marca tiene un límite distinto, pues también se tiene en cuenta el peso medio de los vehículos vendidos en todo el continente y en cada marca.
Así, el cálculo real sale de la siguiente fórmula: el límite máximo de emisiones resulta de la suma de 95 + 0,0333 x (peso medio del fabricante - peso medio de los vehículos vendidos en Europa).
Esto hace que los fabricantes de vehículos pequeños salgan perjudicados y esa es una de las razones por la que marcas como Smart han optado por electrificar por completo su gama.
Las Ecoinnovaciones
El galimatías del cálculo del objetivo de emisiones de CO₂ no termina aquí, pues también entran en juego las ecoinnovaciones, es decir, iniciativas cuya eficacia a la hora de reducir las emisiones han sido demostradas científicamente.
Un ejemplo de ello pueden ser los faros LED, que permiten un ahorro en relación a los halógenos u otro tipo de alumbrado. En total, el límite puede incrementarse en hasta 7 gramos con este tipo de innovaciones.
Finalmente, debemos tener en cuenta otra estadística, la de vehículos matriculados con emisiones de CO₂ inferiores a los 50 g/km. Y es que cada una de ellas contaba en 2020 como dos vehículos matriculados, aunque en 2021 esto se redujo a 1,67 y en 2022 bajará a 1,33. Ya en 2023, todos los vehículos contarán como uno, independientemente de su nivel de emisiones.
Todo ello explica la creación de poolings, el incremento de la oferta y ventas de vehículos de cero o bajas emisiones y, finalmente, la ausencia de multa alguna a los fabricantes tras los resultados de 2021.
Fuente: La Tribuna de Automoción | XatakaFotos: Unsplash