Así será la red de recarga eléctrica en EEUU que pagará Volkswagen
Volkswagen va a financiar una red de recarga en Estados Unidos para coches eléctricos. Lo tendrá que hacer por imperativo legal, es una de las penitencias del Dieselgate. La inversión será de 2.000 millones de dólares y servirá para casi cualquier eléctrico, no solo los de Volkswagen.
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Publicado: 29/10/2018 21:45
En Estados Unidos los coches eléctricos aún son una mínima fracción del mercado, a pesar del éxito comercial del Tesla Model 3 y sus hermanos mayores de gama. Al ser un país tan grande, con tantas distancias por recorrer, los coches eléctricos dependen mucho más de una red de recarga pública que les proporcione más autonomía -en un doble sentido-.
La mejor red de recarga es privada y propietaria, y la está instalando Tesla. Los clientes de esta marca pueden recargar muy rápido y en exclusiva, sin pagar la electricidad en el caso de los primeros miles de propietarios, los que vinieron después disponen de un crédito que, una vez gastado, ya pasa a costarles dinero.
En segundo lugar, estará la red que Volkswagen está levantando como parte del castigo por el Dieselgate. La empresa Electrify America, subsidiaria del fabricante alemán, instalará miles de puntos de carga a lo largo de las grandes rutas y en núcleos urbanos especialmente seleccionados a lo largo de la próxima década.
La instalación de los puntos de carga será sufragada por Volkswagen, no así la electricidad. El gestor de cada punto de carga asumirá ese coste, y podrá decidir si cobra a los usuarios o no. Además, la red estará interconectada con otras redes privadas: EV Connect, Greenlots y SemaConnect. Será una especie de roaming, sin necesidad de sacar tarjetas o cuentas para cada operador.
Electrify America también está negociando ampliar la red con ChargePoint y EVgo
Como podemos ver en el gráfico superior, juntando la cobertura de todos los puntos de recarga ya empieza a haber una red decente para mediados del año que viene. Según la consultora IHS Markit, en 2025 los híbridos enchufables y eléctricos serán el 12 % del parque estadounidense. Todos esos vehículos necesitarán recargar de vez en cuando.
Para Volkswagen no va a ser una inversión a fondo perdido. Solo a partir de la plataforma MEB, 100 % pensada para vehículos elécrticos, el gigante alemán quiere fabricar 10 millones de vehículos, distribuidos en cuatro marcas y 27 modelos. Muchos de ellos "caerán" en Estados Unidos.
De hecho, el Audi e-Tron tendrá a su disposición dicha red de recarga, teniendo cada cliente un saldo de 1.000 kWh en recargas al adquirir el coche, válidas durante cuatro años. Hay dos tipos básicos de estaciones de carga, los rápidos (para zonas urbanas) y los ultra rápidos (para grandes rutas).
Por un lado, están las estaciones urbanas, que tendrán de tres a seis cargadores Nivel 2, con potencias entre 50 y 150 kW. En las grandes rutas, entendiendo que hace falta una recarga aún más rápida, habrá cuatro a 10 cargadores de 350 kW (pueden recuperar 200 millas/320 km en solo 10 minutos).
Los clientes serán notificados a través de sus teléfonos móviles del progreso de la carga y que esta ha terminado, pudiendo reanudar su viaje rápidamente. Los puntos de recarga más rápidos son compatibles tanto con el estándar CCS, como el CHAdeMO -que beneficia directamente a Nissan-.
El plan de Electrify America es invertir 2.000 millones de dólares en cuatro fases de dos años y medio. La primera fase, en la que se gastarán 500 millones, prevé la instalación de 484 puntos de carga rápida, tanto en áreas urbanas como en autovías, y 2.800 cargadores Nivel 2 en 500 puntos residenciales o de negocios especialmente seleccionados.
La red no crecerá más rápido por la burocracia, ya que es mucho más rápido el proceso de instalar físicamente un cargador que obtener los suficientes permisos, proceso que tarda de un año a un año y medio. Electrify America se compromete a mantener la red durante 10 años. No se ha hecho pública la previsión de lograr rentabilidad, pero puede convertirse a futuro en una línea de negocio más para Volkswagen en América.
Si ganan dinero, la supervivencia de la red está garantizada a futuro
En la siguiente fase se aplicará todo lo aprendido en la primera, como la gestión de la ocupación de cada punto de recarga, tratando de evitar las caídas en el servicio, el acaparamiento de los puntos de recarga por vehículos que ya no necesitan más energía y la gestión de colas de clientes. Esos problemas ya los está experimentando Tesla, por lo que está empezando a penalizar por no desenchufar una vez terminada la carga.
Para Volkswagen esta dolorosa penitencia -que forma parte de un "paquete" de más de 25.000 millones de dólares- le va a servir para acelerar su transición hacia la electromovilidad, echando tierra sobre el turbulento pasado de los Clean Diesel y la decepción que provocó en los consumidores estadounidenses.
Evidentemente los vehículos eléctricos de Volkswagen, Audi y Porsche van a salir beneficiados sí, al salir al mercado, ya disponen de una red de recarga que permita a los propietarios lanzarse a la carretera sin la temida "ansiedad por la autonomía". El problema pasará a ser la disponibilidad de los puntos de recarga cuando haya mucha demanda, no su mera existencia. Tesla también sabe de eso.
Ojalá salga -por las buenas- una iniciativa de este tipo en Europa, porque por las malas podemos esperar sentados
Con esta red, los eléctricos con generador de gasolina (E-REV) pierden el sentido a largo plazo, caso del BMW i3 REX o el Chevrolet Volt. Con baterías de gran tamaño (más de 40 kWh) y la red de Electrify America, la adopción de los eléctricos por parte de uno de los mercados más gasolinizados del mundo será sin duda más rápida.
Fuente: Automotive News