El Museo de espías de Nueva York compra el Aston Martin DB5 de Goldeneye por 2.6 millones
Uno de los Aston Martin DB5 empleados en las secuencias iniciales de Goldeneye, la primera cinta en la que Pierce Brosnan hace de 007, y que además fue exhibido en Estados Unidos durante la presentación del Aston Martin DB7, ha sido subastado por 2.6 millones.
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Publicado: 19/07/2018 08:00
Este fin de semana fue subastado junto a otras grandes piezas en Goodwood uno de los Aston Martin DB5 que Eon Productions empleó en el rodaje de la cinta Goldeneye de 1995, la decimoséptima película de la saga del agente secreto 007 y la primera en la que James Bond fue encarnado por el actor Pierce Brosnan.
El elevado precio del ejemplar, 2.6 millones de dólares, no solo es destacable por haber superado las estimaciones más altas, sino porque con ese precio es la pieza más cara relacionada con la franquicia de películas de 007, aunque lo cierto es que ese récord ya estaba en poder de este ejemplar, pues en 2001 ya había sido subastado por 200.000 dólares, momento en el que batió ese mismo récord. Por lo que esta nueva venta tan solo ha elevado aún más el listón, nada menos que 13 veces más.
Goldeneye supuso el regreso del mítico DB5 a la gran pantalla, que después de tantos años y películas sigue siendo el modelo de Bond más popular e icónico. Para el rodaje de esta cinta y en colaboración con el fabricante británico se emplearon 2 unidades además de una tercera sin modificaciones para los planos cortos, esta es una de las que aparecieron en pantalla y que además, tras el rodaje fue restaurada a su condición original y empleada durante la promoción del film.
Además de servir a propósitos promocionales del largometraje, más tarde fue utilizada por Aston Martin para la presentación del Aston Martin DB7 en los salones de Detroit y Los Ángeles, siendo conducido en esas ocasiones por el gran Stirling Moss.
Su aparición en la película y su empleo como vehículo promocional tanto para el film como para la propia marca han servido para que su valor como vehículo de colección se haya disparado. Aunque las curiosidades de su historial de propiedad no acaban ahí, pues precisamente su nuevo propietario es nada menos que el Museo de espías de la ciudad de Nueva York, que acaba de desembolsar esos 2.6 millones (incluidas las tasas) no solo para exhibirlo de manera permanente, sino que piensa ofrecer a sus visitantes vueltas y paseos con el DB5.
El valor de este ejemplar subraya el del ejemplar original empleado en la década de los sesenta para el rodaje de Goldfinger, la primera película de 007 en la que apareció el DB5. Un ejemplar que fue robado en la década de los noventa y del que te hablamos precisamente ayer, cuando nos hicimos eco de las primeras pistas sobre su paradero tras más de 20 años desaparecido.
Fotos: Bonhams