El Aston Martin eléctrico para Fernando Alonso tendrá que esperar (y mucho), el nuevo jefe de la marca apuesta por otra tecnología
Aston Martin todavía sigue dándole vueltas a su estrategia de electrificación en sus coches de calle. Tras una increíble ofensiva de productos en los últimos tiempos, su primer superdeportivo cien por cien eléctrico todavía deberá esperar un poco más.
El fabricante británico Aston Martin está viviendo un nuevo capítulo de su historia. Más allá de su historia en el Mundial de Fórmula 1, donde inicia ahora una nueva era con Adrian Newey en el equipo, la marca afronta ahora una desafiante segunda mitad de década de la mano de un nuevo jefe, Adrian Hallmark.
No tendrá un mandato fácil, ya que se enfrenta a la ardua tarea de lanzar y consolidar la estrategia de electrificación de Aston Martin, una marca que ha ido retrasando año a año la llegada de su esperadísimo primer superdeportivo eléctrico, y que ahora se vuelve a atrasar. Eso sí, sin fecha definitiva; tan solo sabemos que llegará «antes de que termine la presente década».
El nuevo mandamás de Aston Martin atendió a varios medios británicos y dejó varias claves del futuro eléctrico de la compañía, marcado claramente por las condiciones actuales del mercado, las legislaciones y el nuevo auge del mercado de vehículos de lujo.
Aston Martin lo apostará todo al eléctrico, pero por fases
Como cabría esperar, Adrian Hallmark refrendó la estrategia que venía anticipando Aston Martin en los últimos meses y que muchas otras marcas están realizando. La tecnología híbrida servirá de puente hacia la electrificación plena, algo que debería llegar a toda la gama de la marca entre el 2035 y el 2040, un rango bastante amplio y muy alejado todavía en el tiempo.
Será una de las señas de identidad de Aston Martin en los próximos años: los híbridos enchufables plagarán la gama del fabricante británico, que apuesta por la flexibilidad de cara a la próxima década.
«El mensaje clave será ser flexible y tener múltiples opciones que se ajusten a los requisitos legislativos y de los clientes durante ese período. No nos estamos resistiendo, simplemente estamos teniendo en cuenta la legislación y tratando de manejar un período de alto riesgo para una pequeña empresa», aseguró Hallmark, ex CEO en su día también de Bentley.
En los últimos años Aston Martin se aseguró importantes socios en esta estrategia. Su asociación con Mercedes-AMG le garantizará acceder a su tecnología PHEV, mientras que de la mano de la norteamericana Lucid usará su motor eléctrico, sistemas de control de baterías e inversores.
«El camino no está tan claro como hace 3 o 5 años, pero apuntamos absolutamente hacia la electrificación. Duplicaremos los esfuerzos y añadiremos productos incrementales en el espacio híbrido y nuevos derivados híbridos hasta 2035». En el Reino Unido ya hablan que el primer eléctrico puro no llegará hasta el 2030.
Aunque no tengan todavía fecha fijada para este modelo, Hallmark asegura que ya se han cumplido, definido e incluso desarrollado ciertos requisitos previos. Lo que tampoco se ha decidido es si el primero de todos será un modelo completamente nuevo o una versión modificada de un modelo existente.
El nuevo rumbo de Aston Martin
El Aston Martin Valhalla será el primer superdeportivo híbrido enchufable de la compañía y, además, apostará por el motor central. El Valkyrie, diseñado por Adrian Newey, conserva también esta disposición mecánica, algo que podría extenderse a otros modelos de la compañía. «El motor central es atractivo».
Eso sí, no se espera que se derive algún modelo más asequible con la misma arquitectura: «Valhalla está sobre una plataforma demasiado sofisticada. No está descartada, pero tampoco definida».
El CEO de Aston Martin, Adrian Hallmark, dejó algunos otros titulares, como que el número de clientes y la riqueza media de los compradores de coches de lujo se ha cuadriplicado respecto a las últimas dos décadas. De ahí la ofensiva de la marca en los últimos años, con la llegada de los nuevos Vantage, Vanquish, DB12 o Valkyrie.
Aun así, los británicos reconocen que estas novedades no han llegado de una forma perfecta y que en los próximos años, en lugar de estrenar nuevos modelos, se encargarán de sacar el máximo potencial de los ya existentes. Para ello, apostarán también por incrementar sus opciones de personalización y extra, que agregarán todavía más valor a sus deportivos.
Uno de ellos es el DBX, su modelo SUV que no ha arrancado con todo el éxito deseado en Aston Martin. «No todo el mundo sabe que tenemos un DBX. Lo lanzamos durante el COVID y tenemos el problema de que se lanzó de una forma extraña. Pero si el 52 por ciento del segmento de lujo es SUV, entonces necesitamos un SUV», remata Hallmark.
Fuente: Autocar