AT&T colaborará con los fabricantes de coches para ofrecer contenidos de entretenimiento a bordo
El gigante de las telecomunicaciones AT&T ve un filón en el negocio de los contenidos multimedia y juegos para que los pasajeros los disfruten a bordo. La conectividad a Internet en los coches es la vía para llegar a más audiencia
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Publicado: 19/05/2015 13:00
Poco a poco, los coches están siendo cada vez más conectados a Internet. Si dentro de cada coche existe el potencial de existir una conexión compartida a través de WiFi, se abre un filón, el de los contenidos digitales. En Estados Unidos ya empiezan a moverse y se están explorando los modelos de negocio.
El entretenimiento a bordo no volverá a ser igual
AT&T está llegando a acuerdos con grandes fabricantes, entre los cuales están General Motors, Ford y Audi, para ofrecer contenidos digitales por suscripción para los pasajeros. AT&T pertenece al imperio mediático Comcast, que es posible que no os suene.
Si os digo que Comcast es el propietario de los estudios Universal, de la cadena de televisión NBC (y de otros 250 canales), de parques temáticos... ya os debería sonar más. Cuentan con un catálogo de más de 17.000 vídeos y 4.000 películas y series de televisión. Es el primer grupo de comunicación del planeta.
Los fabricantes de coches disponen de una gran cantidad de datos sobre sus clientes: edades, preferencias, sectores en los que trabajan, si tienen hijos... La suma de toda esa información permite conformar audiencias y preparar contenidos adecuados para ellos.
La idea de AT&T es ofrecer contenidos para que lo consuman los pasajeros a bordo, ya sean películas, series o juegos. La utilidad práctica es clara: los más pequeños de la casa irán más entretenidos en los viajes, y los padres más tranquilos. Es lo que hacen actualmente los DVD y consolas portátiles. Los contenidos podrán usarse en teléfonos móviles, tabletas o pantallas integradas en los asientos.
Estos servicios serían complementarios a los ya existentes de videoclub online, como Hulu o Netflix. Para el que no los conozca, en Estados Unidos son como Spotify es a la música: hay contenidos en vídeo bajo suscripción, para consumirlos en televisores, ordenadores, tabletas, etc. En España hay empresas que ofrecen contenidos similares, véase Wuaki o NubeOx.
En el futuro, con la llegada de los coches autónomos, se abre también la posibilidad de que el conductor pueda delegar en el piloto automático, y dedicar el viaje a ver su serie o película favorita, o un evento deportivo importante.
¿Cuántos firmaríamos por poder soltar las manos del volante y relajarnos viendo algo en marcha?
Las empresas de telecomunicaciones como AT&T o Telefónica quieren llevarse también su pastel del negocio de los contenidos multimedia, no solo por poner la infraestructura para que otros ganen el dinero. Y el negocio de los contenidos no hace sino subir.
Resulta curioso, hace 10 años (antes de la TDT) era posible adquirir en algunos coches de gama alta la función de televisión. Si el coche estaba detenido, se mostraba imagen, si no, solo audio. Algunos fabricantes, como Land Rover, han ofrecido pantallas que permiten al pasajero ver televisión, pero al conductor no (DualView) con funciones de DVD y TDT.
Hoy día cuando hablamos de infoentretenimiento prácticamente no salimos de cadenas de radio a través de Internet, la FM analógica o la DAB digital. Es un enfoque pensando en el conductor, en el que se reducen las distracciones. Hay reproductores de DVD, sí, pero solo funcionan con el coche parado si hablamos de la pantalla de la consola central.
Los pasajeros sí tienen el derecho de distraerse, lo que nos lleva al paso siguiente: los vídeos. Dada la cantidad de tiempo que se pasa la gente dentro de un vehículo, ya sea por viajes largos o por movimientos habituales, existe la oportunidad de brindarles contenidos para su consumo.
La popularización de las redes de alta velocidad 3G y 4G permiten ver en zonas densamente pobladas contenidos de vídeo con una calidad más que aceptable. Ya tenemos fabricantes que ofrecen módulos WiFi que se conectan a Internet y comparten esa conexión con los pasajeros, sin necesidad de que cada uno tenga contratada tarifa de datos.
¿Cuál será la próxima gran empresa que mueva ficha?