Audi condiciona la llegada de nuevos y futuros modelos con la eliminación de otros
En 2018, Audi recortó un 27% de la oferta de versiones en toda la gama. La ambición por cubrir con todas las posibilidades frente a los rivales, sumado a un abrumador plan de nuevos modelos obliga al fabricante a eliminar los que no tengan una tasa de beneficio que justifiquen su viabilidad. Dos ya han caído y el TT está en el aire.
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Publicado: 12/04/2019 15:00
La llegada de Bram Schot al trono de Audi en sustitución de Martin Winterkorn ha venido cargada de novedades, algunas buenas y otras no tanto. En los primeros meses de su mandato ha sido el encargado de presentar los resultados financieros del pasado año en la junta de accionistas, pero también de elaborar la nueva estrategia de futuro de la marca alemana.
Un análisis interno ha determinado que, en la estrategia del máximo responsable anterior, se hallaba una sobrecarga de futuros modelos, insostenible completa y especialmente para poder recuperar el terreno perdido en ventas frente a sus máximos competidores de Múnich y Stuttgart.
Bajo el mandato de Schot, solo en el año 2018 han caído un 27 por ciento de las versiones de toda la gama. Hasta hace poco tiempo, la estrategia de Audi era la de ofrecer tantas variantes mecánicas y equipamiento como fuera posible para no dejar un hueco a los rivales y a los clientes, con múltiples ofertas constatándose que tal complejidad no ayudaba.
En gran parte, esta decisión ha venido motivada por las nuevas homologaciones del ciclo WLTP que ha retrasado enormemente las entregas a clientes, una estrategia que también han seguido BMW y Mercedes pero que no es suficiente tampoco cuando otro de los grandes objetivos marcados es el de liderar las ventas de electrificados con una completa oferta de híbridos enchufables y eléctricos, cuando los fondos disponibles se han de repartir en inversiones para diferentes nuevos modelos.
Todos estos factores han obligado a Schot a tomar una nueva decisión, que pasa por recortar la oferta de modelos eliminando los que no dejan un gran beneficio. Dejando a un lado el R8 que cumple su papel, ya sabemos que el Audi A3 Cabrio es uno de los modelos que no estarán en la nueva generación del compacto.
Según Schot, no hay razones comerciales suficientes que justifiquen el desarrollo de una nueva generación de este modelo, y tampoco la variante de tres puertas del A3. Pero es el TT el verdadero protagonista en los últimos meses. Para el máximo responsable, es uno de los iconos de la firma pero su futuro está muy en el aire.
Es económico en cuanto a costes de desarrollo al compartir la plataforma MQB con una gran cantidad de alternativas en las marcas del grupo Volkswagen pero, por otro lado, su margen de beneficio es muy bajo y casi no compensa en un mercado que, hoy, tiene otras preferencias.
La decisión no se ha tomado todavía aunque la conoceremos a lo largo de 2019, aunque podemos decirte que depende de algunos factores: lo que haga la marca de deportivos con el Porsche 718 Boxster es uno de ellos, un cambio en la propulsión de combustión a electricidad es uno de ellos, aunque también hay otras intenciones de importancia en Audi que pasan por la filosofía de que las nuevas entradas conllevan también salidas.
La marca de los cuatro aros considera que se han cubierto todos los huecos posibles desde el segmento del A3 hasta el del A8, incluso con las alternativas SUV, pero entre el A1 y el compacto es todo lo contrario. Solo el Q2 es un modelo que se halla a medio camino de dos segmentos, con suficiente espacio por cubrir con nuevas alternativas que Schot está convencido de que funcionarán.