Aumenta la preocupación por el posible "Brexit"
El 23 de junio los británicos decidirán si permanecen en la Unión Europea, o si se retiran. Siendo la industria del automóvil del país la tercera que más exporta al exterior, preocupan mucho la cercanía de los sondeos entre ambas opciones.
6 min. lectura
Publicado: 07/06/2016 21:00
¿Brexit o Bremain? Esas son las dos opciones del referéndum que se celebra en dos semanas, con un año de adelanto sobre el plan previsto. El primer ministro, David Cameron, prometió en 2013 celebrar una consulta sobre el estatus del Reino Unido respecto a la Unión Europea, que ya es un poco especial. Por ejemplo, no han adoptado el Euro, siguen con la libra esterlina como divisa.
En este país existen varias fábricas de coches, de hecho es el tercer país europeo que más turismos produce, después de España, y el cuarto si consideramos todo tipo de vehículos, detrás de Francia. En 2015 fabricaron casi 1,6 millones de unidades en total, frente a casi 2,42 millones en España. Como es obvio, casi todo lo que produce Reino Unido se exporta, principalmente a la Unión Europea: 46.340 millones de euros de valor en 2015.
La industria del automóvil británica sería un cadáver en descomposición de no ser por la inversión extranjera: BMW, Honda, Nissan, Toyota, General Motors, Grupo Volkswagen, Tata o Ford son buenos ejemplos. De los más de 50 fabricantes que tenían a mediados del Siglo XX, muy pocos sobreviven, y casi todos están en manos de capital extranjero.
Los sondeos vaticinan casi un empate entre las dos posturas, y claro, preocupa que gane el sí a la escisión. Reino Unido perdería el estatus actual con la Unión Europea, y tendría que renegociarse su posición. ¿Qué escenarios se contemplan? Lo cuentan en el Real Instituto Elcano:
- Relación especial con la UE
- Relación similar a la de Noruega
- Vuelta a la zona EFTA
- Relación similar a la de Suiza
- Acuerdo comercial con la UE
- Relación similar a la de Turquía
- Mediación con la Organización Mundial del Comercio (OMC)
Ninguna de esas fórmulas es más beneficiosa para Reino Unido que la modalidad actual. Si quiere tener acceso al mercado común europeo, su principal cliente, debe permitir la libertad de personas, no solo la de mercancías, y también tendría que contribuir al presupuesto de la UE, pero sin posibilidad de tomar decisiones.
La posición de los fabricantes extranjeros
Encontramos dos posturas, o bien no comentan nada, o se muestran favorables a que todo siga como estaba. Las milmillonarias inversiones comprometidas con el archipiélago no están comprometidas ni en peligro, pero sí lo estarán a medio y largo plazo si se rompe el acuerdo con la UE. El aumento de aranceles o barreras comerciales haría que el país fuese menos competitivo, y tendría que compensarse con una devaluación de la libra o dolorosos recortes. Eso favorecería las exportaciones, pero sería un problema para las importaciones desde el exterior.
Japón, por ejemplo, tiene metidos en el Reino Unido 59.000 millones de dólares, y es el país que más inversión ha recibido además de Estados Unidos. Unas 1.300 empresas niponas dan trabajo a 140.000 británicos, de acuerdo a los datos que David Cameron dio el mes pasado. La incertidumbre sobre el resultado está afectando a la cotización de la libra.
En su momento, se eligió Reino Unido para fabricación de vehículos por múltiples razones, entre ellas los acuerdos comerciales con el germen de la Unión Europea, anteriormente Comunidad Económica Europea (CEE). De hecho, este país fue de los primeros socios en entablar sólidas relaciones con el continente a nivel comercial y político desde la Segunda Guerra Mundial.
En 2015 se matricularon en la Unión Europa 13,71 millones de unidades, de las cuales 2,6 se matricularon en el Reino Unido. Es el segundo país que más coches matricula en la Unión Europea, por detrás de Alemania (3,2 millones) y por delante de Francia (1,92 millones). Es un mercado muy lucrativo, a pesar de que hay que producir para ellos con volante a la derecha.
De levantarse barreras comerciales, los productores europeos se verían afectados en sus exportaciones hacia ese país
La relación con otros países como Estados Unidos, la India o Japón no tendría problemas en un primer término, ya que no forman parte de la UE. España, como país exportador, podría notar un frenazo en sus exportaciones, ahora que estamos muy cerca de llegar al objetivo de tres millones de unidades que se puso ANFAC en 2012.
Por otra parte, el brexit también puede tener consecuencias negativas para Reino Unido a nivel interno, empezando por más referendos de independencia como el que hubo en Escocia, por no hablar de las consecuencias a nivel de empleo y económicas en general. En dos semanas saldremos de dudas.