Avería en la bomba de agua: ¿cómo lo detecto y qué puedo hacer para evitarlo?
La bomba de agua es vital para mantener el motor a su temperatura óptima de trabajo y en las siguientes líneas analizaremos los síntomas que nos indican que puede haber una avería y cómo realizar un buen mantenimiento preventivo de la misma.
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Publicado: 05/10/2020 21:30
Para que un motor funcione adecuadamente y su fiabilidad no se vea afectada, la temperatura de trabajo del mismo es primordial. El aceite, las juntas o los diversos elementos mecánicos necesitan tener dicha temperatura bajo control y la combustión o los rozamientos elevan rápidamente la misma.
Para mantenerla a raya tenemos al sistema de refrigeración como aliado y la bomba de agua es el elemento que se encarga de garantizar que el líquido refrigerante esté en constante circulación para disipar la energía térmica resultante. De ahí su importancia y que una avería suponga un inconveniente serio en caso de producirse, por lo que vamos a comenzar con las buenas prácticas que evitarán o retrasarán un posible fallo.
Cómo evitar o retrasar una avería en la bomba de agua
En realidad es bastante sencillo tratar adecuadamente la bomba de agua, pues debemos tener en cuenta principalmente tres cuestiones:
- Sustituye el líquido refrigerante de manera periódica y según recomienda el libro de mantenimiento del vehículo. De este modo evitarás que pierda sus propiedades.
- No rellenes con agua, pues el cloro aumenta la corrosión y no es tan eficaz como el líquido refrigerante específicamente concebido para ello. Además, afecta negativamente al radiador y a la tapa de los cilindros.
- Utiliza siempre el líquido refrigerante recomendado para tu motor, pues cada fabricante utiliza materiales y piezas concretas, eligiendo la especificación de refrigerante que mejor se adapta a todo ello.
Por qué falla la bomba de agua
Al hilo de este último punto, es el momento de determinar qué causas pueden ocasionar con mayor probabilidad una avería en la bomba de agua. No es fácil deducir que un líquido refrigerante en mal estado o incorrecto será uno de los detonantes principales al incrementar la corrosión, pero hay otros.
Por ejemplo, que la correa que mueve la bomba esté desgastada, mal alineada o demasiado tensa, lo que acelerará el desgaste de la bomba y acabará provocando su rotura prematura. Esta suele ser la correa o cadena de distribución, por lo que su control y sustitución en tiempo y forma es primordial para este y muchos otros supuestos fallos.
También es contraproducente que la cantidad del líquido refrigerante sea insuficiente a consecuencia de una fuga, pues la bomba no tendrá la lubricación que necesita y el exceso de temperatura dañará los sellos y juntas de la misma, ocasionando una fuga aún mayor y la rotura de la bomba.
Síntomas de avería en la bomba de agua
Ya sabemos lo que le puede pasar a nuestra bomba de agua si no la cuidamos lo suficiente o su instalación ha sido incorrecta, pero no está de más saber qué indicios nos pueden indicar que algo va mal, sobre todo si eso nos ayuda a prevenir el problema antes de que sea irreversible. Y es que el resultado final es el sobrecalentamiento del motor y eso puede derivar en una avería aún más grave o, incluso, tener que sustituirlo por otro nuevo o cambiar de coche.
En general, un nivel bajo de refrigerante, una subida anormal de la aguja indicadora de la temperatura del agua, signos de fuga bajo el motor o ruidos agudos en el mismo indican un problema potencial con la bomba de agua, pero también existen otros síntomas más específicos de la época del año en la que nos encontremos.
Especialmente en verano, si la anteriormente mencionada aguja de la temperatura del agua está permanentemente por encima de la posición óptima (que suele ser de entre 90 ºC y 105 ºC, dependiendo del motor), probablemente será porque el líquido refrigerante no es capaz de disipar suficiente temperatura.
Cuánto cuesta una bomba de agua
El coste de la pieza en sí no es muy elevado y puede oscilar entre los 60 y los 160 euros, pero llevar el coche para que realice la operación un taller hará que la factura suba hasta los 400 euros, aproximadamente, pues implica unas cuantas horas de mano de obra y el desmontaje de varios elementos.
Una opción alternativa es montarla nosotros mismos y/o acudir a un desguace para adquirir una de segunda mano, pero en este caso deberemos asegurarnos de que la bomba sea original, que su diseño coincida con el caudal de refrigerante y la presión indicadas, que los rodamientos sean producidos internamente y, finalmente, que esté garantizada frente a fugas, durabilidad y precisión dimensional.