¿El nuevo SEAT Arona se comerá las ventas del Ateca?, los B-SUV llegan pisando fuerte
Las últimos modelos presentados del segmento B-SUV, los SEAT Arona, Hyundai Kona o KIA Stonic entre otros, prometen animar uno de los segmentos con más proyección del mercado. ¿La nueva oferta del segmento B supondrá rival para los exitosos C-SUV, viviremos la misma revolución que con sus hermanos mayores de gama?.
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Publicado: 01/07/2017 10:00
El fenómeno SUV ha sido la última gran revolución que ha vivido el mercado, bastante mayor que la fiebre monovolumen que experimentamos en las dos últimas décadas y que los nuevos SUVs se han encargado de borrar del mapa. Las consecuencias de esta nueva tendencia son también más patentes, ya que la irrupción de estos nuevos modelos ha sido tal, que incluso ha terminado afectando a segmentos en teoría ajenos a estos modelos, como es el caso de los sedanes medios del segmento D, que han visto como sus clientes migraban a modelos SUV del segmento C.
La proliferación de esta nueva tipología de vehículos ha sido tan rápida y amplia, que ya no podemos hablar de segmento SUV como tal, sino casi de una oferta paralela al mercado tradicional dividida en sus propios segmentos, con modelos que van desde el segmento A-SUV hasta el F-SUV. Con mayor presencia precisamente en la parte más combatida del mercado, entre los segmentos B y C.
En los últimos años hemos visto estos segmentos poblarse de modelos, sobre todo en el segmento C, el de más rápido crecimiento y el que aglutina mayor cifra de ventas, como podemos ver en el informe de ventas de SUVs del ejercicio 2016. Ha sido este el segmento en el que la gran mayoría de marcas han apostado inicialmente y de manera muy fuerte, aunque no por ello se han olvidado del escalón inferior. Por lo que tras el lanzamiento de sus correspondientes C-SUVs, muchas marcas han centrado sus esfuerzos en el segmento inferior, el B-SUV.
Precisamente en estas últimas semanas hemos asistido a la presentación de varios de los nuevos integrantes del segmento B-SUV, algunos muy recientes además. En total suman 5 modelos, todos ellos de nueva creación -solo uno sustituye en la gama a un modelo previo- y que conforman la apuesta de sus respectivas marcas por este escalón del mercado, los crossovers subcompactos, estrenado por el Nissan Juke en 2010.
Todos ellos fueron precedidos por otros modelos del segmento C y solo en un caso la marca ya disponía de otro modelo crossover en el mismo segmento, el Opel Crossland X, que sustituye al Opel Meriva (segmento MPV) y que comparte la gama con el Mokka X.
Con la llegada de estos 5 nuevos modelos el segmento B-SUV se va a animar bastante, pasando de los 16 modelos actuales a un total de 21. Por lo que no podemos sino preguntarnos qué consecuencias tendrá el aumento de la oferta. Sobre todo teniendo en cuenta que por número de modelos disponibles en los concesionarios, los B-SUV están acercándose peligrosamente a los C-SUV, de los que podremos encontrar hasta 25 opciones diferentes antes de que acabe el año, gracias a las nuevas incorporaciones.
Que la oferta disponible de los modelos del segmento B se esté equiparando a la disponible en el C no es extraño. Como ya hemos comentado, todos los fabricantes han apostado primeramente por el C, por mayor volumen de ventas y mayor precio de venta (más beneficio). Pero, ¿pueden eclipsar los nuevos B-SUV a los modelos superiores?.
A priori, los B-SUV son de menor tamaño por lo que no deberían ser rivales para sus hermanos mayores de gama, sin embargo, los últimos diseños, más atractivos y mejor equipados, unido a un tamaño que suele llegar a los 4 metros podría hacer dudar a algún cliente en el concesionario, sobre todo si tenemos en cuenta la evidente diferencia de precio que habrá entre ambos. Al contrario que los turismos subcompactos tradicionales, los crossover están dotados de una mayor carrocería y por tanto de mayor espacio en el habitáculo, lo que unido a su mayor altura, eliminan la sensación de “coche pequeño” que siempre ha caracterizado a los utilitarios.
En la práctica totalidad de los B-SUVs actuales se aprecia un mayor espacio interior, por lo que el cliente tipo de un turismo compacto -el mismo que se supone es el target de un C-SUV- puede verse seducido por uno de estos modelos, sobre el papel inferiores, al compararlos en el concesionario. A lo que se añaden un precio menor y una imagen mucho más moderna y agresiva como principales atractivos del crossover subcompacto.
Sin embargo, y tras discutirlo brevemente en esta redacción, si bien tenemos claro que los B-SUVs son un segmento al alza, no creemos que lleguen a suponer un verdadero obstáculo para sus hermanos mayores de gama, aunque sobre el papel podamos encontrar alternativas de este tamaño incluso más interesantes que los propios SUVs compactos.
Atendiendo a la evolución de las ventas de estos últimos años y que podemos ver en la gráfica superior, las ventas de los C-SUV son considerablemente más altas que las del segmento inferior. En las gráficas se aprecia claramente como la evolución ha corrido de manera paralela, y aunque el segmento C-SUV se ha llenado de modelos bastante antes, no parece posible que la nueva oferta del segmento B vaya a ser suficiente como invertir esta situación.
En la gráfica inferior podemos ver la proporción de las ventas de ambos segmentos, el número de unidades de modelos C-SUV vendidos por cada unidad comercializada del segmento B-SUV. La proporción, como podemos ver, oscila entre una media de 3 y 3.5 unidades, es decir, por cada crossover subcompacto que sale de los concesionarios se venden entre 3 y 3.5 modelos superiores. Estos datos son los ofrecidos por Aniacam entre junio de 2014 y mayo de 2017.
No hay tanta diferencia entre las distintas ofertas, el número de modelos disponibles de cada segmento, como para justificar esta diferencia en las cifras. Es más, las cifras de los B-SUV también incluyen los dos únicos A-SUVs disponibles del mercado español, los Suzuki Ignis y Jimny (suponen un número muy bajo de ventas).
Es muy complejo que la nueva oferta B-SUV, incluso con el evidente atractivo de los nuevos modelos, llegue a suponer un verdadero problema para los modelos mayores. Sobre todo por la naturaleza de estas cifras, ya que los clientes que han optado por un C-SUV no son simplemente los usuarios naturales de los turismos compactos, sino aquellos que antes optaban por un sedán del segmento D, el verdadero perjudicado de esta nueva tendencia. Como ejemplo, los Citroën C5 y Honda Accord, ya desaparecidos del mercado europeo.
Por lo que los modelos que realmente deben temer a esta nueva hornada de crossovers subcompactos son los turismos tradicionales del segmento C, tanto los hatchbacks como las berlinas pequeñas. Por el momento, no han sufrido las caídas en ventas que sí ha sufrido el segmento superior, y no hemos asistido a la desaparición de ningún modelo, como los comentados anteriormente, pero de seguir la tendencia actual, a buen seguro nuevos crossovers como los SEAT Arona, Hyundai Kona o KIA Stonic les pondrán las cosas muy difíciles a los compactos de toda la vida.