Este ejemplar del Bentley Bentayga es único en todo el mundo: ¿Obra maestra de la personalización o un ejercicio de tuning?

No todo el mundo puede permitirse comprar un Bentley Bentayga, y a los que les llega la cuenta corriente también tienen para personalizar sus unidades de una forma muy especial. La personalización es clave en las marcas de lujo, su éxito va mucho más allá entre los bolsillos más adinerados si satisfacen todas las peticiones por extravagantes que sean, pero Bugatti y Rolls-Royce se salen de esta tónica y saben decir no a determinados encargos.

El resultado tiene que ser tan brillante y el que no alcance la perfección está descartada de pleno. Todo depende de gustos, pero Bentley no está por la labor de negarse a un trabajo, especialmente después de los resultados de ventas del año pasado, lo que no ha impedido que el trabajo en la división de Mulliner haya aumentado hasta llegar a un verdadero récord: el 75 por ciento de las unidades vendidas han pasado por los talleres de estos especialistas.

El Bentley Bentayga EWB lleva la personalización a un nuevo grado

El Bentayga es el último gran protagonista de la firma británica, más concretamente un ejemplar de la variante de distancia entre ejes extendida. El lujoso SUV se ha sometido a un tratamiento especial convirtiéndose en la primera unidad que presenta una pintura de dos tonos, una opción que la marca contemplaba como una de las novedades para 2025 pero que se ha adelantado. El cuerpo está pintado en azul eléctrico metalizado y con un acabado extra de brillo, mientras que el capó, el techo y los pilares están bañados en negro brillante.

El propietario, un californiano, también ha pedido que las llantas de aleación de 22 pulgadas se pinten del mismo color azul que evoca el cielo de las playas de California, mientras que el interior está tapizado en cuero en color naranja mandarina y con insertos de Alcantara en el mismo azul del exterior. El precio se desconoce, pero salta a la vista que el flamante dueño no ha escatimado, equipando los asientos traseros independientes con reposapiés en los respaldos de los delanteros. Los umbrales de las puertas cuentan con listones que recuerdan que se trata de un ejemplar único en el mundo.

El Bentayga más lujoso solo está disponible con el V8 de 550 CV

Las peticiones especiales también han comprendido los cristales traseros de privacidad y la eliminación del nombre de la marca del portón trasero, sustituida por la insignia alada de Bentley. Lo que la marca no ha podio satisfacer es el motor, pues el imponente W12 de 6.0 litros biturbo ya no se ofrece. El cliente se ha tenido que «conformar» con el potente V8 de 4.0 litros biturbo que desarrolla 550 CV de potencia máxima. Más que suficiente para disfrutar de la atmósfera que se respira en el interior y de la comodidad en las plazas traseras. La gran pregunta es ¿debería haberse negado Bentley, a pesar de lo que metería en la caja?