Bentley amplía la producción del Mulsanne hasta el verano debido al Coronavirus

A finales del mes de abril, el Bentley Mulsanne debería de haber terminado su producción, tal y como estaba previsto en los planes de la firma y como te lo hemos contado. Desde que se conoció la decisión de Bentley, pasa un proceso en el que las herramientas y los utillajes de producción para el modelo son desmontados, lo cual no ha podido completarse.

La gran crisis del Coronavirus que ataca a Europa, como a otros continentes, obligó a la marca a cerrar el centro de producción apresuradamente para evitar contagios en precaución, modificando los planes que estaban programados, la razón por la que el modelo seguirá en producción hasta el próximo verano, cuando se termine la fabricación a mano de las 30 unidades del Mulsanne 6.75 Edition by Mulliner.

Después de 40 años viendo salir unidades por la puerta de la factoría de Crewe, el tope de la gama ha cesado por las bajas ventas y su alto coste de producción, más de lo que pagan los adinerados bolsillos por un Mulsanne"pelado" de fábrica, y a lo que se suma que es un modelo que no comparte plataforma con ninguno de los nuevos modelos, con una línea de producción ocupada solo para este modelo.

Además, es un modelo que casi no tiene demanda, ya que los clientes prefieren desembolsar terribles sumas por el Bentley Bentayga, especialmente con las personalización que ofrece la división de Mulliner, que convierten a cada unidad del SUV británico en única. El Bentayga supuso un 47 por ciento del total de las ventas de la firma el pasado año 2019.

El nuevo Bentley Flying Spur ya se ha erigido como el sucesor de la berlina de superlujo. Argumentos tiene para hacerlo y tiempo también, porque el verdadero sustituto llegará en 2025 transformándose en un crossover eléctrico. La marca británica ha optado por esta fórmula frente a un SUV, dado que el primero no tiene aspiraciones de todo-terreno ni de salir del asfalto a terrenos difíciles.