BMW 330e, máxima eficiencia para el mismo nivel de conducción

BMW ha tardado en dar el salto a lo eléctrico, híbrido y eficiente, pero esa espera que tanto se ha hecho de rogar ha concluido con un despliegue excepcional de modelos y versiones. Aunque es una marca centrada en el rendimiento y en el placer de conducir, también ha sabido demostrar que se adapta a los nuevos requerimientos de eficiencia, por ello presentan modelos híbridos en toda su flota, como es el caso del BMW 330e.

Mismo estilo y diseño que un Serie 3 convencional, pero con una combinación eficiente bajo el capó

Hace poco conocimos el lavado de cara que BMW había hecho a su Serie 3. Una gama que lleva 40 años en el mercado y que ya acumula más de 14 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Los cambios introducidos en este restyling son más bien escasos y poco llamativos. El frontal y la trasera recibieron nuevos parachoques y nueva parrilla ovoide cromada, además de tecnología LED para sus faros.

El principal motivo del cambio de la Serie 3 fue la evolución de sus motores. Actualmente todos ellos presentan un mayor nivel de potencia, pero con un menor gasto de combustible. Todas las unidades han sido revisadas para mostrar índices de eficiencia superiores, recibiendo todas ellas la categoría EURO6 de emisiones contaminantes. De todas ellas una es la que tiene que destacar, y es aquí donde surge la figura del 330e.

Antes de su llegada ya pudimos ver a la variante híbrida enchufable durante una sesión de pruebas. Esta, sin alterar la presencia y el estilo de la Serie 3 es capaz de combinar un motor TwinPower Turbo y un motor eléctrico. Es más la propia BMW fue la primera en informar sobre detalles y datos de este modelo tan innovador en la gama, dejando claro lo que era capaz de conseguir.

El interior del 330e cuenta con detalles propios que dejan ver la versión ante la que nos encontramos

Como ya decimos el 330e combina tecnologías antagónicas entre sí. El motor eléctrico es alimentado por una batería de alto voltaje que se esconde debajo del piso del maletero. Esta permite que el Serie 3 se desplace de manera puramente eléctrica durante un total de 35 kilómetros. 35 kilómetros donde no solo no emitiremos ni una partícula contaminante a la atmósfera, sino que tampoco gastaremos un litro de combustible.

Una vez superados esos kilómetros, entrará en funcionamiento un motor de combustión tradicional con cuatro cilindros turboalimentado. Aunque este bloque muestra unas claras características deportivas, ha sido desarrollado para que ofrezca niveles máximos de ahorro. Tanto es así que en largos recorridos, donde el motor de gasolina será empleado la mayor parte del tiempo, muestra un consumo estimado de siete litros a los 100 kilómetros.

Sin embargo, para un uso diario, las cifras de consumo se reducen. Teniendo en cuenta una media diaria de 50 kilómetros el BMW 330e puede llegar a mostrar un consumo que ronde los 3,5-4,5 litros a los 100 kilómetros. Será en estos recorridos habituales donde consigamos aprovechar al máximo la combinación tecnológica híbrida enchufable con una potencia de salida de 240 CV.

La carga se realiza de forma sencilla, al igual que cualquier otro híbrido enchufable

El sistema está programado para mostrar siempre el máximo ahorro posible, tanto es así que incluso si lo sincronizamos con el GPS del coche, este analizará la ruta y se adelantara a los cambios existentes para que siempre gastemos lo mínimo posible. Aun así hay varios modos de conducción, modos que pueden ser seleccionados por parte del conductor, y son:

• AUTO eDRIVE: La gestión inteligente de la energía determina la combinación más eficiente de los motores en función de la velocidad y del nivel de carga de la batería. Hay dos fases, por encima del 12% de carga se podrá disfrutar siempre de una conducción puramente eléctrica hasta un máximo de 80 Km/h, por encima de esa velocidad entra en funcionamiento el motor de gasolina. Si descendemos de ese 12% de carga la capacidad del motor eléctrico desciende hasta los 20Km/h o en una conducción constante a velocidades inferiores a 55.
  
• Max eDRIVE: Aquí es donde conseguimos que la conducción eléctrica de lo máximo de sí misma. Se puede circular en modo completamente eléctrico hasta velocidades de 120 Km/h. A velocidades superiores, o si el nivel de carga es muy bajo, entra en funcionamiento el motor de gasolina de forma automática.
  
• SAVE BATTERY: Aunque el motor de gasolina está pensado para dar apoyo al motor eléctrico, este también puede hacer las funciones de generador. Si deseamos guardar carga eléctrica para nuestra llegada, y no queremos consumirla en el viaje, el modo SAVE BATTERY permitirá mantener constante el nivel de la batería, reservando lo que queramos para el final.

Ahora bien, si se acaba la batería siempre tendremos la opción de enchufar el 330e para recargarla. Dependiendo de la estación de carga que empleemos, los tiempos de la operación varían entre las dos horas y media y las tres horas y media. Y para que en todo momento estemos al tanto de cómo va el repostaje BMW ofrece la aplicación ConnectedDrive, con la que podremos comprobar no solo el estado de la batería, sino también modificar una serie de parámetros, como la climatización.

El BMW 330e todavía no ha llegado al mercado, por lo que se desconoce sus precios de venta al público. Sin embargo los concesionarios ya admiten pedidos, y esperan entregar las primeras unidades con la llegada del otoño. Así que ya lo sabes, si quieres un BMW, con toda su calidad, refinamiento, confort y manejabilidad, y encima quieres el máximo ahorro posible, esta es una fantástica elección.