Los equipamientos por suscripción llegan a BMW ConnectedDrive

Los programas de suscripción no solamente están disponibles para los coches nuevos, un servicio que ofrecen marcas como Lynk & Co y que prevé extenderse en un futuro a todos los fabricantes, cuando la transición a los coches eléctricos se complete a partir de 2035. El cometido es que los clientes prescindan de un coche en propiedad, limitándose únicamente al pago del combustible o las recargas de sus baterías, y pudiendo disponer de coche nuevo cada cortos períodos de tiempo.

Una interesante fórmula que los de Volkswagen contemplan para diferentes soluciones de conducción autónoma, y que BMW ya avisó de que implantaría, y así lo ha hecho. La firma alemana ya ofrece algunos de estos equipamientos por suscripción en determinados países del mundo en los que está presente; como en Corea del Sur donde ofrece el asistente de mantenimiento en el carril y el control de crucero adaptativo por una módica cantidad que los clientes abonan si están interesados en su uso por un período de tiempo concreto. Una compra que se produce tras pasar el período de prueba de un máximo de tres meses.

BMW cambia la configuración de equipamientos opcionales

La otra opción es pagar completamente la cantidad del opcional, aunque los bávaros aconsejan que se haga si el vehículo permanecerá en las mismas manos durante un largo tiempo y se utilice el equipamiento. Una lista que ya comprende los asistentes de conducción mencionados, Apple CarPlay, los faros adaptativos, el sonido deportivo del motor o los asientos calefactados, cuyo uso estará más limitado según los países.

Y es que para los norte de Europa se ofrecerán prácticamente todo el año y en climas más templados se ofrecerán en determinados países del año; por ejemplo de septiembre hasta primavera. BMW ya ha anunciado que esta suscripción de equipamientos se ampliará a través de la plataforma de servicios de conectividad de «BMW ConnectedDrive», por lo que abre un nuevo paradigma en el ámbito de los equipamientos opcionales.

Una solución más cómoda e interesante para los clientes, pero especialmente buena para la cuenta corriente de las marcas que verán cómo no paran de aumentar los emolumentos. Y eso si en algunos casos, el cliente no paga más por el uso continuo que si hubiera optado por la propiedad directa. Pros y desventajas pero que, sin duda alguna, cambiará por completo la forma de comprar coches como hasta ahora, lo que también significa que determinados equipamientos serán incluidos en el coche pedido a fábrica, aumentando el peso aunque no accedamos a la activación nunca.

Fuente: Autogaleria