BMW dice que se está exagerando el poder de los coches chinos en Europa, otra marca que cambia su posición frente al gigante asiático y no es para menos
Sólo Luca de Meo se mantiene inflexible en lo que se ha convertido un asedio a la Unión Europea para que imponga aranceles a los coches eléctricos llegados desde China. Bruselas ya ha confirmado que actuará, pero son cada vez más mandatarios de grandes marcas los que se están echando atrás. El último ha sido el gran jefe de BMW, y es que no les queda otra.
4 min. lectura
Publicado: 10/04/2024 07:00
Hace unos meses, todos los grandes jefes de las principales marcas de coches europeas que se encuentran bajo el paraguas de ACEA estaban de acuerdo en una cosa: era necesario actuar contra los fabricantes chinos porque los precios de sus coches eléctricos estaban poniendo en un serio aprieto a los europeos. Hoy, las cosas son muy diferentes, y los altos cargos de las marcas Premium han empezado a desligarse de aquellas declaraciones.
El primero fue el de Mercedes, acusando a la Unión Europea de un excesivo proteccionismo, como también a Estados Unidos, y manifestando su desacuerdo con la imposición de aranceles aduaneros a los asiáticos antes de venderse en Europa. Es la decisión que Bruselas ha adoptado tras conocer una parte del informe de sus hombres de negro, que confirma que las marcas locales del gigante asiático reciben cuantiosas ayudas del Gobierno. De es «una competencia natural» hemos pasado a que« la amenaza de los coches chinos es exagerada», según el jefe de BMW.
BMW se pone del lado de Mercedes, no -quiere- puede perjudicar a sus socios chinos
El de la marca de Múnich tampoco está de acuerdo con la nueva política de defensa de los coches chinos, acusados de competencia desleal al vender sus modelos con una importante diferencia comparados con los europeos del mismo segmento y categoría. Por poner un ejemplo, el BYD SEAL es un serio contrincante del BMW i4. La versión más alta de gama del primero, con 530 CV y 544 kilómetros de autonomía, cuesta la nada despreciable cifra de 48.990 euros.
De otro lado, el rival directo es el i4 M50 que, con 544 CV y 512 kilómetros, tiene un precio de 76.368 euros. Nada menos que 27.378 euros de diferencia. Será su precio, pero la UE estima que los bajos impuestos al pisar suelo europeo les beneficia, y a lo que está dispuesta a poner coto desde este mismo verano sin esperar a las conclusiones finales del estudio que llegarán en otoño.
El jefe de BMW cuida sus relaciones con China
Oliver Zipse ha destacado que «La industria automovilística europea, al menos en lo que respecta al Grupo BMW, no se ve significativamente dañada por la importación de coches chinos, ni a la UE le interesa imponer aranceles adicionales a estos productos», calificando de exagerados los temores de que China pueda afectar seriamente las ventas de automóviles europeos. «Nadie puede simplemente entrar en un mercado tan grande como Europa y simplemente apoderarse de él», apostilló en una conferencia.
El cambio de posición no es casual, está perfectamente fundamentado, pues BMW tiene grandes intereses en el gigante asiático. Mantiene una estrecha alianza de cooperación para la producción del nuevo MINI Eléctrico, que los de Great Wall no sólo producen, sino que también podrán montar su tecnología en modelos de sus marcas, amén de que China es uno de los mercados más importantes en el volumen anual de ventas. El pasado año, el gigante asiático contribuyó a los beneficios de los alemanes con un 32 por ciento del total, lo que quiere decir que se vendieron casi 825.000 coches en China. Cómo no va a cambiar de posición...