Tras decir adiós a los motores de combustión, la planta de BMW en Múnich se volverá 100% eléctrica en 2027

La vida es un proceso de cambios y transformaciones. Lo que era válido hace unas décadas hoy no sirve o pronto va a dejar de serlo. Esa misma condición se aplica a todos los ámbitos de la industria. El sector de la automoción tiene en la movilidad eléctrica su próxima evolución. Los primeros cambios ya se están haciendo notar y pronto habrá más y más considerables. BMW tiene ambiciosos planes para su familia eléctrica, desde el lanzamiento de una nueva generación de vehículos a una completa y actualizada fábrica para ellos. La sede de Múnich pronto cambiará por completo.

No se puede negar que BMW es uno de los fabricantes más comprometidos con el cambio de paradigma. Su familia eléctrica ha crecido en los últimos años. Hemos asistido a lanzamientos tan importantes como el del BMW iX1, pero pronto llegarán nuevas unidades que nos permitirán adentrarnos en una nueva era. El año 2025 promete ser el año del cambio gracias a la introducción de la plataforma Neue Klasse. Una estructura desarrollada por y para vehículos eléctricos que permitirá explorar límites hasta ahora inimaginables.

650 millones de inversión para dejar atrás la era de la combustión

Al igual que el resto de marcas de la industria, los alemanes están reorganizado la producción. La sede de Múnich aspira a convertirse en el centro neurálgico de esta nueva etapa. La fábrica principal de BMW ya ha dicho adiós a la fabricación de motores de combustión tras 60 años produciendo algunos de los mejores propulsores de la industria. La fabricación seguirá durante los próximos años, pero ya no contará con la etiqueta habitual Made in Germany. Las plantas de Inglaterra y Austria tendrán la responsabilidad de seguir con la tradición.

Ahora, tal y como confirma la propia marca, la planta de Múnich será la primera en sufrir una conversión total, aunque desde 2021 ya produce el BMW i4. La inversión total rondará los 650 millones de euros y a partir de 2027 la fábrica producirá en exclusiva vehículos eléctricos basados en la plataforma Neue Klasse. A partir de 2026 coexistirán modelos térmicos y eléctricos, pero sólo durante unos pocos meses. Las obras de remodelación ya están en marcha y avanzan a buen ritmo, pero semejante cambio en la organización requiere tiempo y planificación. Es necesario depurar y revisar cada proceso al máximo para garantizar los máximos estándares de calidad.

Durante 75 años, Múnich se ha centrado en la combustión y en tres años esa etapa llegará a su fin. Cada año que pasa BMW mejora las cifras de venta de coches eléctricos. En 2023 el conglomerado alemán, conformado por las marcas BMW, MINI y Rolls-Royce, vendieron un total de 376.183 coches eléctricos, un 74,4% más que en todo el 2022. La cuota de ventas fue del 14,7% en todo el mundo, lo que quiere decir que todavía el 85% de las matriculaciones de BMW corresponden a coches de combustión. Se espera que al cierre de 2024 la proporción aumente hasta el 20%, mientras que en 2025 la cuota eléctrica debería posicionarse en torno al 25%.

La fábrica alemana no será la única en fabricar vehículos eléctricos basados en la plataforma Neue Klasse. BMW quiere globalizar la producción derivando parte del ensamblaje a las líneas de Shenyang, en China y San Luis Potosí, en México. Los alemanes no han confirmado qué coche será el primero en salir de la línea de montaje alemana, aunque todas las miradas apuntan a los nuevos BMW i3 y BMW iX3. El SUV introducirá una nueva generación en 2025 que será capaz de ofrecer más de 700 kilómetros de autonomía homologada. Ambas unidades serán las primeras en estrenar la nueva y radical filosofía de diseño de la casa.