El cese de producción del BMW i3 se adelanta un año antes de lo previsto

Con más de 200.000 unidades fabricadas y vendidas, el BMW i3 llegó al mercado hace casi una década. Un utilitario eléctrico Premium que, a pesar de su tecnología más avanzada, de su precio, y de su diseño vanguardista, ha sabido mantenerse firme en el mercado. La gran prueba son sus cifras.

Para muchos, el i3 fue un adelantado a su tiempo, especialmente porque se presentó como un concept car con un diseño que se salía del canon habitual de la marca y de toda la competencia, y por una avanzada estructura del chasis fabricada en fibra de carbono. Mientras que se le auguraba un fracaso como el experimentado por el Audi A2, los de Múnich supieron desde un principio su estrategia, inmiscuyéndose de pleno en un segmento B inexplorado por la marca alemana, salvo por MINI.

El BMW i3, eléctrico de éxito durante una década

El i3 se ha estado mejorando continuamente. En Estados Unidos se ha vendido con un pequeño motor de combustión como extensor de autonomía, pero en Europa no solo ha recibido ediciones especiales, sino también aumentando la capacidad de su batería para superando los 300 kilómetros de autonomía. Lo cierto es que este no es el gran problema del i3, sino el precio de venta. La fibra de carbono cuesta mucho dinero, y eso se refleja lógicamente en la cuenta que pagan los clientes. Con una estructura de acero más convencional y aluminio, otro gallo le habría cantado.

Aún así, no se le puede calificar como fracaso, más bien todo lo contrario. De hecho, el pasado verano la marca alemana señaló el cese de producción en 2023 estirando hasta una década su presencia en el mercado, algo que ahora ha cambiado. El objetivo era acercarse más a las 300.000 unidades vendidas, un ambicioso objetivo que tiene al tiempo en contra, ya que los clientes de coches eléctricos buscan espacio, funcionalidad, prestaciones y autonomía pero no a un precio de oro para su categoría.

A pesar de que algunas fuentes han indicado que el modelo eléctrico saldrá de producción en julio de este año, la realidad es que lo hará un mes antes. El cese de fabricación está programado desde hace unos meses para junio de 2022, dejando libre la línea de montaje utilizada en la factoría de Leipzig, Alemania. Un espacio que se adaptará a la fabricación del sustituto que se le ha asignado, y que será más grande: el BMW iX1 un eléctrico basado en la tercera generación del SUV compacto que llegará al mercado en 2023.