El nuevo BMW iX3 estrenará un cerebro digital sin precedentes, una revolución que no convencerá a todos

BMW está muy cerca de estrenarse en una nueva era, y no solo desde el punto de vista del diseño, que también, o de unos coches eléctricos con unas capacidades hasta ahora desconocidas. Los bávaros han ido dando las pinceladas de su nueva estrategia, confirmando también la llegada de un inédito BMW M3 eléctrico que promete sensaciones indescriptibles.

La marca de Múnich ha desarrollado un compendio tecnológico de nueva generación que rompe con todo lo conocido hasta ahora, y el nuevo BMW iX3 será el primer modelo de la marca alemana en estrenar semejante arsenal. Porque es mucho más que lo que el actual Serie 7 ofrece a los clientes, y mira que esta es un buque insignia con todo lo propio de su categoría. Pero, la gran diferencia entre ambos modelos se encuentra bajo la carrocería.

Cuatro ECU para todo un coche, así es la tecnología de BMW

Porque, del centenar de unidades de control del que dependen todos los sistemas de control de los coches, en el nuevo BMW iX3 solamente existen cuatro. Los de Múnich lo han definido como cuatro «supercerebros» que se encargan de controlar las funciones más importantes, el infoentretenimiento, conducción automatizada, dinámica de conducción y funciones básicas como acceso al vehículo, control de climatización y confort.

Años de experimentación han acabado con un sistema que, fuentes de BMW, apuntan que es hasta veinte veces más potente que la red hasta ahora utilizada en los modelos de BMW, lo que significa que cuenta con una capacidad de cálculo realmente brutal. Por supuesto, actualizables inalámbricamente y preparadas para ofrecer nuevas experiencias impulsadas por Inteligencia artificial.

Dicho de otro modo más claro, las redes electrónicas han sido un quebradero de cabeza en los últimos tiempos por la elevada dosis de asistentes y tecnologías. El corazón de este sistema nervioso digital es una nueva arquitectura de cableado zonal que ha permitido ahorrar hasta 600 metros menos de cable, distribuidos por el frente, zona central, trasera y techo.

Los detalles de un potente software en los nuevos BMW

Los «supercerebros» están conectados a través de «autopistas» de datos de alta velocidad a unidades de control más pequeñas, que también cuentan con conductores más cortos y más finos. De hecho, BMW también ha eliminado 150 fusibles tradicionales, aunque en verdad han sido sustituidos por otros tantos digitales a los que llama «Smart eFuses» y que puede programar para distribuir la energía a los componentes.

Esta solución no solo permite identificar rápidamente el fusible que está fallando, sino que los propios «supercerebros» pueden desconectarlos antes de que generen un problema mayor, como también pueden suministrar la energía justa y necesaria en momentos muy precisos para sistemas de conducción, el aparcamiento, la carga y las actualizaciones inalámbricas.

Pero, lógicamente, la maraña de cables y unidades de control que reinan en los coches actuales tiene otra contrapartida en los desarrollados por software. Porque este es el verdadero corazón de todo el sistema, un software que «pesa» más de 20 GB y cuenta con más de 500 millones de líneas de código en los «supercerebros» para controlar lo más mínimo.