BMW y Jaguar firman una alianza de cooperación para coches eléctricos
La marca de Múnich ya ha encontrado aliado para el desarrollo de tecnologías de propulsión eléctrica. Lo hará con Jaguar después de firmar un acuerdo de cooperación con la del felino, en el que también se comprende el compartir otras tecnologías avanzadas, en materia de comunicación entre vehículos y de conducción autónoma.
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Publicado: 05/06/2019 12:45
Cada vez está saliendo más caro a los fabricantes el profundizar en las tecnologías de electrificación y el desarrollo de los sistemas de propulsión necesarios, a lo que se suma también el elevado coste de producción de nuevos modelos, haciéndose necesario buscar alianzas de cooperación.
La última gran alianza la protagonizan Jaguar y BMW. El de Múnich y el británico acaban de firmar un acuerdo de cooperación para profundizar en el desarrollo de la tecnología eléctrica, un acuerdo por el que se comprometen también a que los del felino puedan hacer uso de la quinta generación del tren de propulsión eDrive, conocido también como "Gen 5".
Este nuevo tren de propulsión es el más compacto hasta la fecha y también el más ligero que han desarrollado los bávaros, fruto de las investigaciones llevadas a cabo durante los últimos años y que se pondrá a prueba en condiciones reales a comienzos de la próxima década a bordo del nuevo iX3 que todavía se encuentra rodando en fase de prototipo.
Una estructura que engloba el motor eléctrico, transmisión y electrónica de potencia en una carcasa, y que también veremos en una nueva hornada de coches eléctricos de Jaguar Land Rover. Porque el acuerdo también permitirá que la segunda marca del consorcio británico y especialista en SUV también sea una de las benefactoras del acuerdo.
Una importante solución que permitirá a los británicos, sobre todo, ofrecer una completa gama de eléctricos a partir de 2020 ampliando las posibilidades de elección de los clientes a partir del Jaguar I-PACE, el único eléctrico por ahora en la marca.
Un acuerdo que permitirá ampliar los desarrollos pero también mantener a raya los costes asociados, muy altos por ahora, de investigación, desarrollo y de planificación de la producción, lo que permitirá también aprovecharse de economías de escala en compras conjuntas de componentes.