Este BMW M1 Procar restaurado es porno para los amantes de los clásicos
Canepa restaura este BMW M1 Procar de 1979 para demostrarnos que no hace falta la más alta tecnología para atraer las miradas con un deportivo de ensueño. El único de los de su especie que, aún concebido para su uso exclusivo en las carreras, puede circular por la vía pública.
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Publicado: 26/09/2016 20:00
El BMW M1 es sin duda uno de los modelos más icónicos de la firma bávara en toda su historia. Este espectacular deportivo es el primer coche de carretera de BMW Motorsport, eso unido a su corta producción de sólo 453 unidades son ingredientes más que suficientes como para conseguir tal galardón. Sin embargo este modelo en concreto posee aún más exclusividad debido a que se trata del único de los 40 BMW M1 Procar, versiones específicas para la competición aún más potentes, que está homologado para circular por la carretera.
A pesar de su nacimiento como vehículo de carreras este coche jamás llegó a competir en la pista puesto que siempre estuvo en el banquillo por si hacían falta piezas o una sustitución completa. Después de muchos años, cambios de dueño y largos viajes llegó a las manos de Canepa quien dedicaría varios años a la completa restauración de este clásico de los deportivos. Hoy por fin se nos muestra acabado y el resultado es asombroso como puedes observar.
El BMW M1 Procar se diferencia rápidamente del resto de versiones de calle gracias a un paragolpes frontal más musculoso que contiene una toma de aire aún mayor, pasos de ruedas sobre-dimensionados con llantas de 17 pulgadas BBS monotuerca, suspensiones más bajas y un alerón trasero fijo para conseguir mayor carga aerodinámica. Su mecánica por supuesto que era mucho más potente que los de calle ya que las versiones Procar alcanzaban hasta los 680 CV de potencia máxima.
Centrándonos en su motor, tras los asientos monta un seis cilindros en línea de 3,5 litros de aspiración natural restaurado en profundidad y con alguna mejora electrónica en la inyección. En este recuperado M1 proporciona 414 CV y 484 Nm de par máximo a las ruedas traseras mediante una transmisión manual ZF de cinco velocidades, también debidamente restaurada.
Lo cierto es que todo ha sido restaurado con piezas de repuestos de origen Procar para buscar la máxima afinidad con el modelo original tanto en sus componentes visibles como sus partes mecánicas. Lo único que no ha llegado a conseguir Canepa es un juego de frenos originales pero le ha bastado con instalar un conjunto de frenos de un Porsche 962 formados por Brembo. El interior ha sido especialmente cuidado por el restaurador dotándolo de la imagen más fiel posible a la que tenía a comienzos de los 80.
El vehículo se encuentra en estos momentos en Estados unidos en la sede de Canepa. Un proyecto que tras tantos años de trabajo verá la luz en el programa de alguna subasta pública con la que fácilmente podría llegar al millón de dólares.
Fuente: Canepa