La duda existencial del próximo BMW M3: ¿eléctrico o térmico? Europa ya ha respondido a esa pregunta

Europa ha querido correr más de la cuenta y eso ha puesto en jaque a conductores y fabricantes. Los primeros se encuentran ante un mercado indeciso donde cuesta decantarse por la fórmula ganadora. Las marcas tienen que hacer malabares con su dinero y con sus estrategias. Por ahora no es posible poner todos los huevos en la misma cesta. Llegará el momento de los eléctricos, pero los térmicos no han dicho su última palabra. Los modelos como el BMW M3 lo tienen incluso más difícil, aunque en Alemania apuestan por una solución que puede contentar a todo el mundo.

Las normativas de emisiones implantadas en Europa deciden cuáles son los límites que las marcas no pueden superar si no quieren gastarse el dinero en cuantiosas y abultadas sanciones económicas. Las normativas euro llevan años fijando los baremos de contaminación y todas las miradas apuntan a la Euro 7 como el punto de inflexión último y definitivo antes del paso a lo eléctrico. En Bruselas llevan tiempo jugando con la fecha de activación. A finales de la semana pasada se aprobó una entrada en vigor en 2030, cuatro años más tarde lo que inicialmente previsto.

La normativa Euro 7 será clave para mantener con vida el BMW M3 térmico

Esto quiere decir que hasta 2030 los fabricantes tendrán que seguir cumpliendo los estándares de la Euro 6, lo que a su vez obliga a modificar las estrategias a corto y medio plazo. La inversión no se centrará en lo eléctrico, aunque Europa sigue adelante con su apuesta de transformar por completo la movilidad en 2035. En BMW han recibido la noticia con tanta alegría como preocupación. Si bien la gama corriente no corre riesgo, preocupan otras áreas, principalmente las deportivas. Los BMW M llevan más de cinco décadas demostrando cómo deben hacerse los deportivos de calle. Entre ellos el M3 tiene un peso muy concreto por historia y por repercusión de ventas.

La actual generación ha resultado ser un éxito a pesar de los drásticos cambios, tanto estéticos como filosóficos (versiones xDrive). Esa popularidad ha supuesto todo un quebradero de cabeza para los directivos. La corriente principal, hasta ahora, era hacer una nueva generación 100% eléctrica. La agenda indica que será lanzada en 2028, año de renovación. Sin embargo, tras el retraso de la norma Euro 7, BMW podría plantear dos opciones; un térmico y otro eléctrico. La salomónica solución podría solucionar varios problemas de una sola tacada. Tanto a nivel comercial como a nivel mecánico.

A BMW le costará mucho el concepto de vender un M 100% eléctrico, aunque ya sabemos que está desarrollando un M4 con cuatro motores eléctricos que será capaz de casi duplicar las cifras de potencia actuales. Por el momento no tiene fecha oficial de lanzamiento, pero las pruebas ya están en marcha. Será la primera vez que veamos un M impulsado exclusivamente por baterías, que no electrificado, ya que ese honor le corresponde al BMW XM y a la nueva generación del BMW M5 que hará acto de presencia este mismo año. De esta forma los clientes podrán ir haciéndose a la idea de la electrificación de la gama.

Si bien el coste de desarrollo será más caro, los alemanes podrán atacar en dos frentes. Por supuesto, nadie en el seno de la compañía ha querido dejar clara la postura, al menos por el momento. La generación M3 G84 estará basada en la plataforma G50 CLAR. Sin embargo, hay planes muy diferentes para el BMW M4. La versión coupé sí se volverá 100% eléctrica a partir de 2028. Hace ya tiempo que en Múnich tomaron esta decisión y nada parece que vaya a alterarla. En ese caso, es más que probable que el deportivo coupé haga uso de la plataforma Neue Klasse que será estrenada el año que viene. Promete tantas prestaciones como eficiencia.

Fuente: BMWBlog