Adiós al BMW M5 CS, la berlina deportiva termina su producción

El BMW M5 CS ha sido uno de las versiones más destacadas de la actual generación de la berlina del segmento E de la marca de Múnich, una de las más exitosas en la historia que portó el título del estandarte tecnológico de la gama, en lugar de hacerlo el buque insignia. La firma se la jugó, y la apuesta le salió tan bien que premió ese éxito comercial con una verdadera guinda, una versión tan agresiva en prestaciones como nunca se había visto antes.

El M5 CS ha dejado en evidencia durante un largo año al M5 Competition, el verdadero modelo considerado tope de gama. Un extra que ha permanecido a la venta sin límite de unidades, pero sí de tiempo. Ya ha cumplido el único año que BMW se marcó para su venta en todo el mundo, por lo que su vida comercial ha caducado. El hecho más notable es que ha desaparecido de todos los configuradores europeos, incluido el de España que, si bien aparece en el listado de modelos, al tratar de realizar la pertinente configuración aparece el mensaje «Este modelo no está disponible para esta serie. Te redirigimos a uno similar».

El BMW M5 CS sale de producción con un importante éxito

Y aunque es cierto que los configuradores van por otro lado al catálogo oficial, en el caso de los de Múnich no es así. Ni se debe a un lavado de cara, simplemente se ha terminado la producción que estaba programada para finales de enero, adelantándose cuatro meses a los planes iniciales. Las únicas unidades que seguirán fabricándose son las que todavía están en los libros de pedidos y que no han llegado a sus flamantes, y afortunados propietarios.

Lo cierto es que, en España, este modelo ha costado más de 200.000 euros, una cantidad muy similar al del resto de mercados, y no le ha ido tan mal. A nivel mundial, la marca puede presumir de haber entregado 1.100 unidades, lo que no es una cifra vana. El M5 CS ha sido el cuarto modelo de la marca que ha lucido dos consonantes más que especiales, las de los «Competition Sport», con unas cualidades que lo han hecho único a pesar de conservar su amplitud interior y cómodas propias de una berlina.

Eso sí, la firma deportiva introdujo novedades a todos los niveles, desde piezas de carbono reforzado con plástico CFRP hasta llantas de aleación forjada, frenos carbo-cerámicos o la sustitución de la banqueta trasera de tres plazas por solo dos. Todo para aligerar el máximo peso posible y que el aumento en la potencia del V8 de 4.4 litros biturbo que había llegado hasta una potencia máxima de635 CV se hiciera notar mucho más de lo esperado. En dos años, llegará el relevo, con un sistema híbrido y también tecnología de competición, superando esta cifra mágica.