BMW recortará los tiempos y gastos de desarrollo: ¿será el final de las fotos espía de la marca?

Hace pocos días que BMW ha presentado las cuentas y resultados financieros del pasado año a los accionistas. El gigante alemán está poniendo una gran cantidad de recursos económicos en el desarrollo de futuros modelos y, especialmente, de movilidad sostenible, dedicando nada menos que un 12 por ciento del presupuesto total.

Y, curiosamente este mismo porcentaje es el que pretende ahorrar en el desarrollo de nuevos modelos. Basta oír esta frase para que muchos piensen que la marca de la hélice dejará de lanzar nuevos modelos al mercado, al menos por un tiempo. Pero, realmente los tiros no van por ahí. Los máximos responsables quieren recortar el tiempo dedicado al desarrollo de nuevos modelos, lo que supone rebajar también el número de prototipos fabricados y, en definitiva, el gasto.

Con una amplia gama de modelos, y de versiones, son muchos los prototipos que circulan en pruebas. Algunas fuentes señalan que, contando todas las mulas de BMW, MINI y Rolls-Royce, y los prototipos camuflados o a medio, pueden llegar a 2.500 unidades, una cifra muy alta y que consideran innecesaria. Es decir, hemos llegado al momento en el que el AeroLab tendrá el protagonismo deseado cuando se concibió.

En la presentación de esta instalación, BMW reconoció que las pruebas en carretera irían perdiendo paso a medida que la tecnología avanzara, especialmente cuando el AeroLab es una instalación tan moderna que puede reproducir cualquier tipo de prueba y cualquier inclemencia meteorológica. Unas declaraciones que, ahora, parecen tener mucho sentido.

El objetivo es dedicar el máximo gasto posible a nuevos híbridos y eléctricos, para lo que es necesario recortar de otras partidas

Hoy, el desarrollo de un modelo nuevo viene a durar entre 18 y 24 meses, como mucho. En el caso de la marca alemana, son tres fases que comprenden seis meses cada una. Si se le restan seis meses, quiere decir que cada nuevo modelo necesitará un período de entre un año y año y medio. Según el fabricante, es más que suficiente, pero esta nueva estrategia tiene detrás algo en lo que no habíamos pensado: el final de las fotos espía de BMW.

El último año ha sido muy duro para el fabricante. Las temidas fotos espía se han trasladado de la calle al interior de las fábricas, donde una y otra vez se han producido sonadas filtraciones de los modelos más esperados, mucho antes de su presentación oficial. Quizás, esta vez sea la definitiva, no sea necesario acumular varios cientos de miles de kilómetros y dejemos de ver fotos espía de la marca alemana.