BMW, Renault y Volkswagen protestan por el inminente ciclo WLTP obligatorio

Se avecinan aludes y avalanchas para la industria del motor en Europa. Desde septiembre de 2017 cada nueva homologación en nuestro continente es mediante ciclo WLTP, además del existente e infame NEDC. Otra cosa son los modelos ya homologados.

Las avalanchas que se van a dar son de homologaciones y ajustes en modelos que ya están a la venta. A partir de septiembre de este año cada coche nuevo que se venda debe haber superado esas pruebas, de lo contrario, no se podrá matricular.

Los fabricantes tienen por tanto que asegurarse de que todos sus modelos pasan Euro 6 con el ciclo WLTP, o de lo contrario, empezarán a acumular un stock que no se podría vender. Un problemón. Algunas voces en la industria ya están avisando de los cuellos de botella que se van a producir.

Peugeot 308 con equipo de análisis de emisiones portátil (PEMS)

Que los fabricantes no puedan vender de golpe miles de unidades repercutirá negativamente en varios sectores, como puede ser el de la distribución, o las propias fábricas, obligadas a parar su actividad con las implicaciones que tendrá eso en el empleo.

Los ingenieros tardarán entre semanas y meses para lograr que los diferentes modelos se puedan homologar. El ciclo WLTP tiene una fase de prueba en carretera con medición de emisiones en condiciones reales, por lo que es mucho más difícil cumplir con los límites de Euro 6, convenientemente relajados hasta 2020.

El actual ciclo NEDC se ha convertido en un auténtico coladero por el cual coches que no cumplen ni los límites de la Euro 3 (2000) en el mundo real se venden nuevecitos todos los días y están contribuyendo a que el aire de las grandes ciudades sea irrespirable. Organizaciones como el ICCT llevan avisando años.

El ciclo NEDC se ha llevado a cabo siempre en laboratorio, en condiciones establecidas y con un reglamento muy laxo en algunas cuestiones

BMW avisa de que se van a retrasar varios modelos, como algunos Serie 7, X1, X2, X5 y X6. En función de su volumen, la marca le dará más prioridad a algunas versiones. A partir de mayo comenzarán las interrupciones de la producción de dichos modelos.

Por su parte, desde Renault Carlos Ghosn se preguntó en la última conferencia de resultados -16 de febrero- si los clientes asumirán el coste adicional de medidas antipolución. Algunos modelos pueden quedar descatalogados si el incremento de precio se vislumbra inasumible para el bolsillo del ciudadano medio, otros serán "castigados" por los clientes.

En Volkswagen también ven un problema, sobre todo a nivel de costes y el impacto que eso tendrá en sus cuentas de resultados. En realidad van a asumir ese coste en diferido, pues es algo que tenían que haber hecho hace tiempo para que sus coches cumpliesen con las normativas de emisiones. Por cierto, según sus resultados financieros, Volkswagen tiene un buen saldo, para esto y más.

Prueba de emisiones de un Land Rover Discovery

A raíz del escándalo de los motores diésel, las autoridades europeas empezaron a ponerse más serias con el cumplimiento de las normativas, no ya solamente desde el punto de vista de la homologación, sino del uso que realmente hacen los europeos del coche. El ciclo NEDC no tenía mucho que ver con el "european driving cycle" inscrito en sus siglas.

Volkswagen ha sido cazado por su engaño a las autoridades, otros tantos fabricantes están en el punto de mira por haber hecho lo mismo, según interpretaciones muy creativas del reglamento de las pruebas. Al final parece que saldrá ganando la salud pública, los fabricantes se tienen que rascar el bolsillo, pero es su problema.

Habrá algunos efectos colaterales, como versiones de bajo volumen que no se puedan adaptar a WLTP de forma rentable, y eso incluye algunos utilitarios diésel, deportivos o puede que algunos cuantos SUV. El verano será interesante, algunos concesionarios se liarán a matricular modelos para que en septiembre puedan venderse sin problema.