BMW rediseña los M5 y M5 Competition, y no son pocos los cambios

No cabe duda de que el BMW M5 es una de las berlinas más icónicas del mundo del automóvil, pues combina como pocas la practicidad y el confort del concepto tradicional de este tipo de vehículos con la brutal deportividad propia de la familia M de BMW.

Y los fanáticos de esta atractiva berlina están de enhorabuena, pues la firma de Munich acaba de lanzar un restyling del M5, así como de su variante más radical: el M5 Competition.

Los amortiguadores del M8 Gran Coupé vienen acompañados de una puesta a punto del chasis

En el apartado mecánico, los motores siguen siendo los mismos: dos bloques V8 biturbo de 4,4 litros de cilindrada que arrojan potencias de 600 y 625 CV respectivamente. También siguen presentes la caja de cambios automática M Steptronic de ocho velocidades con Drivelogic de serie y la tracción total M xDrive con ajuste para seleccionar tracción trasera pura si el conductor quiere sentir las sensaciones propias de un BMW tradicional.

Pero lo que sí cambia son las suspensiones, que ahora reciben los amortiguadores del M8 Gran Coupé y vienen acompañados de una puesta a punto del chasis para mejorar la conducción al límite, pero sin por ello penalizar el confort. Como resultado de ello, el M5 incluye ajustes específicos de la suspensión y los muelles, mientras que la variante Competition ve reducida su altura en 7 milímetros.

Cambios estéticos

A nivel visual, tanto el M5 como el M5 Competition reciben numerosos cambios, comenzando por la parte delantera con un nuevo faldón de diseño más agresivo y que incluye un marco cromado de una sola pieza que envuelve al mismo y a la parrilla de doble riñón, que ahora desciende en mayor medida.

También observamos nuevos contornos de luz en forma de L, que añaden dinamismo y se pueden combinar con los faros Shadow Line BMW Individual, que permiten añadir un tono oscuro a los faros LED adaptativos y a la luz láser. En la parte trasera, las ópticas LED ofrecen ahora un efecto tridimensional y aportan la característica forma en L de la marca.

En el interior, destaca la nueva pantalla central de 12,3 pulgadas, que ahora pretende ofrecer al conductor una visión más rápida y sencilla de las funciones de dinámica de conducción. Se estrena además un nuevo concepto de control a través de dos botones en la consola central, que proceden del M8. Con el botón M Mode podremos cambiar rápidamente entre los ajustes ROAD y SPORT, mientras que el mando de configuración permite acceder directamente al menú de pantalla central. De igual modo, el M5 Competition ofrece el modo TRACK, para una conducción radical en circuito.

Finalizando con las modificaciones estéticas, la gama de colores se amplía con el Gris Brands Hatch y el Rojo Motegi, además de con el Azul Tanzania II metalizado, el Rojo Adventure II metalizado y el Frozen Bluestone mate metalizado. En cuanto al ya existente Champagne Quartz, ha sido rebautizado como Gris Alvit metalizado.

Javier Gómara probó el BMW M5 meses atrás y estas fueron sus impresiones.

En las ruedas, BMW ofrece en opción las llantas M de 20 pulgadas con radios dobles en color Gris Orbit pulido, que ya hemos podido ver con anterioridad en el M8, y también podremos optar por las pinzas de freno pintadas en rojo o negro de alto brillo como alternativa al acabado azul, ya existente.

En definitiva, la gama M5 mejora a nivel estético y mecánico para seguir mejorando su oferta combinada de confort y deportividad de la que durante tantas décadas ha hecho gala y de la que sigue marcando tendencia. ¿Qué os parece?

Fuente: BMWFotos: BMW