Así llegó el BMW Serie 1, la historia de un compacto que desafió a sus rivales y los secretos de un icono entre los compactos
BMW ha estrenado una cuarta entrega de su compacto justamente el mismo año en el que se cumple su vigésimo aniversario. Los bávaros supieron desde un principio que el Serie 3 Compact no era suficiente para contrarrestar la presión del Golf, el rey de los compactos, y al que se sumó el A3. Te contamos cómo ha evolucionado este modelo a lo largo de los años.
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Publicado: 05/08/2024 08:00
Seguramente recordarás al BMW Serie 3 Compact. Ese fue el primer «experimento» de la marca alemana en el segmento compacto, un modelo muy limitado porque solamente se vendió con una carrocería de tres puertas que, allá por mediados de los años 90, estaban muy de moda, aportando un caché más deportivo, pero no lo suficiente para contrarrestar el abrumador éxito que acumulaba, una generación tras otra, el afamado rey de los compactos.
El Volkswagen Golf era el verdadero rival a batir. Tanto, que Audi decidió meterse también en esta guerra, y a la que también se sumaron los de la estrella con el Clase A tras vender miles de unidades de aquel pequeño monovolumen que presumía de su concepción sándwich, con toda la mecánica por debajo de la carrocería. BMW estaba obligada a mover ficha.
El primer BMW Serie 1 E87 llega a principios del año 2000
En 2004 se estrenaba el primer BMW Serie 1. Pero, mientras que sus rivales alemanes estaban basados en una plataforma de tracción delantera, los de Múnich optaron por todo lo contrario. Tomaron la misma plataforma del Serie 3 de la época para su primer compacto, delatado por una característica perfectamente visible que no tenía ninguno de sus rivales: un largo capó y el habitáculo más retrasado.
BMW entendió que aquella concepción de propulsión trasera era suficiente para plantar cara al de Wolfsburgo, por eso de las cualidades deportivas. Mientras que el primer Serie 1 de la historia era un cinco puertas práctico, se consideró lanzar una variante coupé y otra descapotable con el maletero separado. Con el Serie 1 Coupé, como fue bautizado, entró en liza la primera versión puesta a punto por la división deportiva.
Nacía el BMW Serie 1M Coupé, un nombre con el que no se quiso manchar el bueno del M1. La casa alemana optó por ofrecer motores de cuatro y seis cilindros en línea en la gama de gasolina, además de los correspondientes diésel.
El segundo BMW Serie 1 llega en 2011, el F20
Este trío estuvo en venta hasta 2011 cuando se estrenó la segunda generación del compacto. El diseño evolucionó, pero no como se esperaba, obligando al fabricante a lanzar un rápido lavado de cara para redefinir un estilo muy controvertido.
Entonces, tanto la variante de tres puertas como la del cinco puertas compartían el mismo diseño. Una silueta que, nuevamente, repetía el mismo estilo del anterior, un largo capó y el interior más retrasado. Muchos no entendieron este proceder, pero tenía su explicación: BMW siempre ha presumido de un reparto de pesos perfecto, en una relación 50:50 y la única manera de lograrla era seguir apostando por la propulsión.
Sin embargo, muy pronto se tornaron las cosas. La marca era consciente de que estaba perdiendo un elevado número de clientes, que se iban directamente al Audi A3 o al Clase A, que buscaban un compacto de tracción delantera. El año maldito para BMW fue 2014, justo en el ecuador de la vida comercial de esta segunda entrega del Serie 1. El fabricante había dado luz verde a un modelo de tracción delantera, el Serie 2 Active Tourer, pero con un formato más familiar.
Sin embargo, los clientes no lo vieron tan monovolumen y su éxito fue tan monumental que obligó a la marca a llevar a cabo una consulta a los clientes del Serie 1 con una sola pregunta: ¿Cree que su Serie 1 es tracción delantera o trasera? Las conclusiones de este estudio fueron absolutamente demoledoras, porque más de la mitad de los que respondieron apuntaron a la primera opción.
Cambio de tercio, el BMW Serie 1 de tracción delantera llega en 2019
BMW sabía que sus clientes estaban confundidos, pero fue suficiente para que los directivos de la época reaccionasen: estaban obligados a dar un paso al frente en su historia, naciendo el primer Serie 1 de tracción delantera en 2019, y blindándose con la segunda entrega del Serie 2 Active Tourer con un estilo mucho más monovolumen. Así se mantenían las distancias, y un modelo no fagocitaba al otro.
Las diferencias entre el segundo Serie 1 y el tercero son evidentes. La tracción delantera acortó el capó, las proporciones eran más equilibradas y se prescindía de los motores de seis cilindros en línea. La gama apostaba por los motores de cuatro cilindros en gasolina y en diésel, y bloques de tres cilindros también en las versiones más básicas del primer combustible, todos turboalimentados.
Cinco años después de su lanzamiento, la marca ha presentado una «cuarta» entrega. Aunque la firma lo califica como una generación completamente nueva, en realidad se trata de un profundo lavado de cara con un diseño evolucionado, un interior digitalizado al máximo nivel pero con la misma gama de motores que el modelo de 2019. Ambas gamas cuentan con una versión deportiva con 300 CV y tracción total xDrive que promete sensaciones dinámicas a la altura de un BMW.