La actual generación del BMW Serie 7 será el modelo más caro en costes para la marca
La sexta generación del BMW Serie 7, modelo actualmente a la venta, va camino de convertirse en uno de los modelos más caros para el fabricante de Múnich. Y es que resulta que las estimaciones de ventas no están dando los frutos esperados por una estrategia de venta errónea que ahora está pagando.
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Publicado: 29/01/2018 14:00
No cabe duda alguna de que la actual generación del BMW Serie 7 es un gran producto, pero una mala estrategia en el desarrollo de este modelo que fue lanzado al mercado en 2015, ha obligado a la marca alemana a adelantar su actualización de mitad de ciclo de vida comercial.
Puede parecer exagerado, pero lo cierto es que el fabricante estrenaba con esta generación del Serie 7 la plataforma CLAR de propulsión y aunque conforme pasaba el tiempo conocíamos más detalles de todo lo que ofrecería el modelo, al mismo tiempo el fabricante también echaba más carne en el asador del nuevo Serie 5 que en el hermano mayor. La prueba está en que esta berlina intermedia de la gama cuenta con mucha más tecnología que el buque insignia.
Y esto está saliendo caro a BMW porque su máximo rival -el Mercedes Clase S- vende muchas más unidades en algunos mercados. Incluso en 2016, antes de presentarse el lavado de cara del modelo de la estrella, vendió más unidades que la suma de las del Serie 7, Jaguar XJ y Lexus LS. Unas cifras similares encontramos en los datos proporcionados por JATO de enero a noviembre de 2017 en Europa, con 13.500 unidades vendidas del Clase S, 11.000 del Serie 7, 5.500 en el caso del A8 y sólo 1.400 del Jaguar XJ.
Modelo / Ventas por año | Europa 2016 | USA 2016 | Europa 2017 | USA 2017 |
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Audi A8 / S8 | 6.717 | 4.149 | 5.372 | 3.127 |
BMW Serie 7 | 13.320 | 12.918 | 10.705 * | 9.276 |
Lexus LS | 83 | 5.514 | ND | 1.094 |
Jaguar XJ | 1.847 | 3.834 | 1.415 * | 2.721 |
Mercedes Clase S | 16.583 | 18.803 | 14.967 | 15.888 |
Cuando lo normal es que un fabricante realice una actualización a mitad de su ciclo de vida comercial -en el caso de BMW se ha reducido de siete a cinco años, o sea dos años y medio o 30 meses- con sólo 27 meses en el mercado ya pudimos ver las primeras fotos espía de la renovación parcial, ya que fue presentado en junio de 2015.
La caída de ventas del buque insignia de BMW en el mercado americano comparado con el europeo en 2016 no es muy significativa, pero sí lo es si comparamos cada mercado con cada uno de los años, con una enorme diferencia comparando con las cifras de ventas del Mercedes Clase S.
Aunque el fabricante echa el balón fuera y apunta que unas cifras de ventas menores se compensan con las de otros mercados, o que en mercados como el americano, el cliente prefiere los grandes SUV a las berlinas de representación, lo cierto es que son meras excusas para un modelo que comparado con su equivalente de la marca rival, está muy por debajo de las expectativas.
Analistas especializados del sector automovilístico apuntan a algo que todos conocemos, y es que no hay una gran diferencia entre el equipamiento -de serie y opcional- entre los dos modelos en cuestión con una larga lista de elementos para adaptarse a los gustos del propietario, pero sí apuntan a la concepción de la actual generación del BMW Serie 7 como el principal problema y que, por tanto, justifica que el fabricante haya decidido adelantar el lavado de cara.
Y es que a los alemanes de Múnich se les fue un poco la mano en la concepción de la actual generación de su berlina de representación; como bien sabes, todos los modelos contienen un ADN específico por el que destacan sobre la competencia -en el caso de BMW es el carácter dinámico de la conducción independientemente del modelo de que se trate, siempre con un toque deportivo- en cada nueva generación de modelos siempre se amplían las cualidades para ser mejor que el rival.
Esto es algo que todos los fabricantes exponen en un pliego de condiciones a la hora del desarrollo pero en el caso de este Serie 7 lo tiene en menor medida, y es que el fabricante sabiendo las capacidades del Mercedes Clase S hizo un pequeño cambio en la filosofía del modelo para acercarse más al modelo de la estrella con el objetivo de recortar distancias, y aunque no significa que sea un fracaso comercial, no han logrado conseguir.
Que BMW tiene un enorme potencial para conseguir batir al Mercedes Clase S es indudable, pero si quiere hacerlo tiene que tener en cuenta tres aspectos clave de la berlina de la estrella, que es precisamente lo que buscan los clientes de este segmento: mejor imagen de representación, mejor sensación de calidad interior y más comodidad. Podríamos incluir un cuarto aspecto y es el nivel tecnológico, pero en este los dos modelos van casi a la par, pero sí podríamos sustituirlo por el aspecto deportivo, dinámicamente hablando, que es por lo que apuesta BMW y que importa menos al cliente de las berlinas de representación.
Se rumoreaba que el nuevo Serie 7 contaría con funciones de conducción autónoma más avanzadas, y la verdad es que ha sido el nuevo Serie 5 el primero en estrenarlas como hemos contado más arriba, primero porque no estaban desarrolladas completamente y, segundo, porque el nuevo Audi A8 sí las tiene y debieron adelantarse. BMW ha tratado de solventar estas cuestiones realizando reequipamientos a lo largo de los dos últimos años -al menos dos por año- añadiendo nuevas funciones de confort, de conectividad y de asistencia a la conducción, pero lo cierto es que no lo han conseguido a la vista de las cifras de ventas en Europa y en Estados Unidos.
El lavado de cara que llegará en 2019 tiene por misión solventar este problema, un poco tarde cuando el nuevo Audi A8 ya estará plenamente asentado en el mercado y Mercedes tendrá muy avanzado el desarrollo de la futura Clase S convirtiendo esta generación del Serie 7 en un modelo muy caro para el propio fabricante, lo cual también se repercutirá en el cliente con un precio ligeramente mayor, un fallo que se podría haber evitado con una mayor explicación sobre todo lo que no se ve, por ejemplo, qué aporta la tecnología de carbono en diferentes partes del bastidor frente a su inmediato competidor.