El «Corazón de la Alegría» de BMW, así es el revolucionario chip para sus coches eléctricos que llegarán desde 2025

El gran reto de las marcas de coches es adaptarse a las más avanzadas tecnologías del momento, que pasa por una transformación integral de los vehículos. En los eléctricos en particular, el desafío es enorme, pues disponer de menos piezas mecánicas obliga a contar con una sofisticada red eléctrica y electrónica en particular, reduciendo al máximo el número de unidades de control.

La famosa ECU no es una sola, son varios cientos distribuidas por todo el interior de los coches, y reducirlas a una máxima expresión de apenas una decena es un auténtico problema. Esta fue una de las claves de aquellas primeras unidades del Volkswagen ID.3 que salieron al mercado con múltiples fallos, y de lo que otras marcas aprendieron en secreto. BMW promete revolucionar los coches eléctricos con la nueva plataforma «Neue Klasse» recientemente anunciada por Frank Weber, miembro de la Junta Directiva y Desarrollo de BMW, y el que reveló en el pasado Salón de Múnich lo que han bautizado como «Heart of Joy».

Los futuros BMW eléctricos no perderán la esencia de la marca

Este microchip se encargará de controlar las principales funciones de los futuros eléctricos que llegarán a la marca a partir de mediados de la década, incluido el futuro BMW M3 de cero emisiones que ya han confirmado. El diminuto dispositivo es un corazón que combina el software del sistema de propulsión y la dinámica de conducción en un único sistema unificado, equipado con cuatro cerebros, algunos conectados físicamente entre sí, y que aglutina las configuraciones del sistema de frenos, el control del chasis y la dirección.

Weber ya presume de que «No existe nada comparable en el sector, ni siquiera en BMW», un sistema que nada más que por su traducción al castellano y conociendo los valores de una marca deportiva, es fácil de entender lo que se esconde detrás de el «Corazón de la Alegría». El potente software que los ingenieros electrónicos han diseñado no produce retrasos en el envío y recepción de señales de todos los sensores, siendo hasta una decena de veces más rápido que en la actualidad, de manera que si se produce un retraso, éste será de un solo milisegundo.

Ïncopiable, así es el potente software de nueva generación de BMW

Weber ha destacado que «es algo inimaginable», pues con el software a bordo de los modelos actuales, los retrasos que se originen son de entre 10 y 20 segundos. Un milisegundo es menos que un abrir y cerrar de ojos, un tiempo en el que el sistema podrá realizar todas las correcciones necesarias para aumentar la seguridad en la trazada de una curva o aumentar la eficiencia. Un superordenador a escala muy reducida, tanto como una tarjeta de memoria que, además, con predicciones de conducción o controlar la potencia de una rueda como en el futuro M3.