El Escort Mk1 que no pudiste comprarte cuando eras joven vuelve, uno de los iconos de Ford regresa mejor que nunca
El Ford Escort Mk1 es una leyenda entre los amantes de las cuatro ruedas. El final de su vida tuvo lugar hace ya varias décadas, pero ahora vuelve mejor de lo que nunca llegó a ser.
Hoy vivimos en la era de los eléctricos, la era de los kWh, de los voltios y de todo lo que tenga que ver con la electrificación. Sin embargo, la herencia sigue siendo una fuente inagotable de ilusiones y esperanzas. Los verdaderos amantes del motor añoran tiempos pasados donde no importaba nada más que la pasión y las sensaciones. El Fod Escort Mk1 fue, y sigue siendo, una leyenda entre los más apasionados. Hace décadas que desapareció del mercado, pero hoy vuelve con más fuerza que nunca, en plena era del Ford Capri y otros resurgimientos pasados transformados a eléctricos.
Corría el año 1967 cuando Ford empezó la fabricación del Escort Mk1. Inicialmente sólo los europeos, principalmente los ingleses iban a disfrutar de él. Desde el principio, el Escort tuvo la difícil tarea de sustituir al Anglia, otro de los grandes modelos europeos de la marca americana. A pesar del éxito que tuvo en el mercado, así como sus innumerables victorias en el mundo de la competición, el Escort concluyó su primera etapa en el año 1975. Posteriormente fue cambiando, con el paso de los años, hasta que en el año 2006, tras seis generaciones, fue descatalogado dejando en la memoria algunos modelos excepcionales como el Escort RS Cosworth de 1992.
Producción limitada a 150 unidades a un precio realmente excepcional
Su herencia sigue hoy viva, más que nunca si cabe. Unidades de la primera generación alcanzan hoy cotizaciones extraordinarias en los canales de venta secundarios. Cuesta encontrarlas y de ahí que el trabajo realizado por Boreham Motorworks resulte único. Su preparación es especial, puesto que es la única empresa que tiene autorización para emplear la denominación Escort, así como los logos de Ford. Cabe señalar que no es un producto oficial de Ford, pero los americanos sí han dado el beneplácito para su creación. No se trata de un restomod basado en un chasis ya existente, es un coche completamente nuevo y cada una de las unidades creadas seguirá la numeración original.
A simple vista se puede reconocer fácilmente la figura del Escort Mk1 RS que fabricaba Ford a través de su división de vehículos avanzados. Boreham ha recreado digitalmente la carrocería y ha utilizado simulaciones por ordenador para rediseñarla y mejorar su conducción, añadiendo refuerzos adicionales y ensanchando los pasos de rueda. El diseño ha corrido a cargo de Wayne Burgess, ex jefe de diseño de los modelos Jaguar SVR.También desarrolló un nuevo eje trasero fabricado en aluminio y titanio, trasladando los amortiguadores traseros de su posición inclinada original a una orientación vertical más convencional. Lo mejor de lo clásico con lo mejor de la tecnología moderna.
Habrá dos opciones mecánicas. Una versión reacondicionada del histórico motor Twin Cam que impulsó al Escort al éxito del motorsport. La cilindrada aumenta de los 1.558 a los 1.845 centímetros cúbicos. El motor se acompaña de caburadores gemelos de Weber para lograr una potencia total de 182 caballos. Toda la fuerza se envía al eje trasero a través de una caja de cambios manual de cuatro velocidades. La opción más moderna equipa un motor de cuatro cilindros y 2,1 litros de cilindrada que alcanza las 10.000 revoluciones y los 296 caballos de potencia. Se asocia con una transimisión de alto rendimiento con cinco velocidades que, igualmente, envía todo atrás.
Para mantener la esencia clásica, Boreham ha eliminado cualquier ayuda moderna, incluyendo la dirección asistida, el ABS y el control de tracción. En cambio, ha integrado elementos dinámicos modernos como una suspensión coilover y un diferencial de deslizamiento limitado. Por dentro se mantiene la filosofía de unir lo nuevo con lo clásico. El puesto de mando es tradicional, aunque los clientes podrán disfrutar de sistemas modernos como un sistema multimedia que integra conectividad para dispositivos móviles. Ahora es cuando viene la peor parte. Sólo se fabricarán 150 unidades, previa solicitud de los clientes, al módico precio de 295.000 libras por cada unidad. Más que muchos de los superdeportivos modernos que habitan actualmente.