El importante problema del Bugatti Bolide para alcanzar su velocidad máxima, es lo que tiene superar el rendimiento de un Fórmula 1 con creces

Bugatti presentará el sustituto del Chiron en este año. La marca francesa ya ha revelado el nuevo motor híbrido que alojará en su imponente trasera, e incluso ha dejado ver sus formas en un adelanto entre bastidores. Un hiperdeportivo que sumará a su prestigioso catálogo en 2025, aunque los clientes más selectos lo conocerán antes a puerta cerrada. Sin embargo, no es la única novedad que tienen entre manos los de Molsheim, pues el próximo año también comenzarán con las entregas del Bolide.

Esta creación única basada en el Chiron continúa con su programa de pruebas. El paso al que se enfrentan los técnicos de la marca es el de lograr la ansiada certificación para su homologación final que le permita ser conducido por carreteras convencionales y sorprender a todos los que se aproximen a él. Una verdadera bestia que supera al exclusivo Mercedes-AMG ONE, uno de sus rivales más inmediatos sin tener que meternos en el charco de los eléctricos más brutales del mundo como el Rimac Nevera.

El Bugatti Bolide está culminando su puesta a punto

El chasis del Bolide es de fibra de carbono ultraligero fabricado por Dallara, un auténtico especialista en la materia por su larga experiencia en las carreras de resistencia, por lo que su estructura ofrece tanta seguridad como un monoplaza de Fórmula 1 cumpliendo con los requisitos de la FIA para los coches que participan en Le Mans. Pero, a diferencia de éste, el hiperdeportivo francés cuenta con antibloqueo de frenos ABS y con control de estabilidad ESP, dispositivos que no están disponibles en la máxima competición.

Los neumáticos slick, completamente lisos, son unos Michelin Pilot Sport de alto rendimiento permiten que el Bolide alcance una velocidad máxima de 380 km/h en una configuración de baja carga aerodinámica. Bugatti reconoce que uno de los grandes problemas a los que se ha tenido que enfrentar durante las pruebas ha sido el de encontrar rectas lo suficientemente largas como para alcanzar los 380 km/h, pues las homologadas por la FIA para los Fórmula 1 no pueden superar los dos kilómetros de largo. Una aguja en un pajar puesto que en los trazados habituales se ha alcanzado una velocidad punta de 373 km/h.

Más que un Fórmula 1, el Bugatti Bolide supera todos los límites

Para muchos, el Bolide será un hypercar de circuito pero para la marca francesa no lo son todo los mejores asfaltos del mundo. La firma ha querido imprimir un uso más convencional, un escenario en el que todo amante del acelerador le gusta divertirse lo que le permita su coche: las curvas, Ahí es donde este Bugatti también destacará, capaz de tomarlas a 100 km/h y, si el trazado lo permite, acelerar a fondo llegando a rozar los 200 km/h. Una bestia que, a diferencia de un Fórmula 1, permite ir acompañado, tiene tracción total para sus 1.600 CV, aire acondicionado y dirección asistida. ¿Para qué más?