El prototipo del Bugatti Centodieci traslada sus pruebas a Estados Unidos
El modelo más potente de la marca y de la historia más reciente de la marca francesa. El Bugatti Centodieci afronta una nueva etapa de pruebas, con prototipos que se han trasladado a los desiertos de Estados Unidos, donde las temperaturas superan ampliamente los 45º. Una prueba más antes de que la decena de unidades disponible en producción en 2022.
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Publicado: 16/10/2021 14:00
Los propietarios del nuevo Bugatti Centodieci deben estar deseando de que llegue el día en que reciban una llamada para entregarles su unidad, bien en las instalaciones centrales de la marca francesa en Molsheim o en uno de los exclusivos centros importadores del fabricante. A cualquiera se le haría la boca agua, mucho más después de haber pagado por adelantado los 8 millones de Euros que cuesta.
Un precio que es «pelado», si es que se puede calificar así a esta nueva bestia, personalización aparte. Porque, a buen seguro, ninguna de las 10 unidades que solamente se fabricarán y se entregarán a lo largo de 2022 será idéntica. Mientras llega el momento de la fabricación, los técnicos de Bugatti se han trasladado al desierto de Arizona, Estados Unidos, para realizar una nueva tanda de pruebas a un altitud de 2.800 metros y a temperaturas incluso superiores a los 45º. Un lugar perdido en el que no van a encontrar a las temidas fotos espía.
El Bugatti Centodieci afronta nuevas pruebas en Estados Unidos
Unas condiciones especiales para garantizar el perfecto funcionamiento del Centodieci en cualquier lugar del mundo. La flota es cuanto menos llamativa, pues son ocho prototipos -un Centodieci, tres Chiron Pur Sports y cuatro Chiron Super Sports- que han salido desde California recorriendo 800 kilómetros hasta el destino de pruebas, y donde realizarán ensayos principalmente del chasis, motor, transmisión, gestión térmica y el sistema eléctrico.
Aunque no lo creas, estos prototipos han nacido para ser literalmente destrozados, por lo que también ruedan a alta velocidad por las carreteras con el peor asfalto, en algunos casos, sin un firme en condiciones y repletas de piedras, simulando paradas y arranques continuos mientras cae un sol abrasador -el conductor no tiene por qué sufrir las elevadas temperaturas, porque el climatizador lo activan a la máxima potencia- hasta conducir una y otra vez en carreteras cerradas al tráfico alcanzando una velocidad máxima de 320 km/h.
Los prototipos de pruebas cuentan con hasta 200 sensores a bordo que continuamente envían datos a la central de Wolfsburg. André Kullig, gerente de proyectos técnicos de Bugatti, señala que «los ingenieros comparan los últimos hallazgos con modelos de simulación y datos de pruebas anteriores, como unidades de alta velocidad en el campo de pruebas de Nardò, Italia». La siguiente fase será en Europa, una prueba de alta velocidad y otra de resistencia para el imponente motor W16 de8.0 litros de cuatro turbos que desarrolla 1.600 CV, acumulando 30.000 kilómetros.