Bugatti no para los trabajos de desarrollo con prototipos de los Chiron y Divo
Bugatti es otra de las marcas más que, a día de hoy, mantiene su centro de producción cerrado a causa de la crisis sanitaria del Coronavirus. Su departamento técnico continúa trabajando con prototipos del Chiron y Divo, recorriendo kilómetros y acudiendo a los centros de pruebas como Nürburgring, aunque no sin dificultades.
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Publicado: 18/04/2020 08:00
La situación crítica del Coronavirus que afecta a Europa también ha mermado la capacidad de desarrollo de las marcas. No solo están cerrados los centros de producción, sino algunos departamentos de desarrollo de los fabricantes también tienen el candado echado, una medida de protección de sus trabajadores, aunque no compartida en su totalidad por Bugatti.
La marca francesa continúa con las pruebas técnicas en carretera, con más unidades dado que no se puede conducir en parejas. Sus ingenieros probadores disponen de las mulas de ensayos del Chiron y del Divo que ocupan cada día. Los turnos duran siete horas, recorriendo kilómetros o acudiendo a centros de pruebas como el circuito de Nürburgring, e intercambiando entre tres coches.
También, a los de Bilster Berg y el de alta velocidad de Ehra-Lessien, propiedad de Volkswagen, y donde el Veyron Super Sport marcó el récord de 431 km/h, recientemente superado por el del Chiron Sport con 490 km/h, si bien la marca espera que se levanten las restricciones entre países para poder realizar pruebas en Italia o Francia.
La única "pega" de estas pruebas es que deben de hacerse en el día, dado que no se puede dormir en hoteles. Pero no todos los días es posible conducir estos vehículos, por lo que se trabaja desde casa en modelos informáticos y simuladores digitales, en permanente comunicación con el jefe del equipo de pruebas, y realizando sesiones conjuntas por Skype, o telefónicamente, para compartir opiniones sobre las pruebas.
La complicada situación a la que nos enfrentamos también tiene repercusión en el trabajo de los prototipos. Ingenieros de Bugatti reconocen que las instalaciones de los centros de pruebas abiertos están más ocupados, y es necesario cuadrar agendas. Además, ir solos en las pruebas supone un retraso de un 30% en las pruebas de calibraciones, al tener que parar para hacer cambios en el ordenador y enviar los datos a la centralita. Aún así, no se quejan de la situación en un hiperdeportivo de 1.500 caballos...