Un cliente compra ocho Bugatti de golpe, un Chiron, un Veyron y seis eléctricos

Solo los verdaderamente más adinerados tienen acceso a las instalaciones de la marca francesa con sede en Molsheim. Sabemos que es una fábrica sueños, capaz de cumplir con las exigentes demandas de clientes más que pudientes, pero en ocasiones algunos se salen de lo normal, porque uno de los clientes más exquisitos llegó a la sede de la marca a por dos de los más exclusivos modelos, y salió con un total de ocho unidades.

Y es que este misterioso cliente que, como es habitual en la gran mayoría, queda en secreto entre marca y comprador, se llevó de una tacada dos unidades, dos auténticos hiperdeportivos, uno heredero del otro, Chiron y Veyron. Uno, el exclusivo Bugatti Chiron Super Sport 300+ y el otro un certificado, como llama la firma de Ettore Bugatti a los usados con el sello de «La Maison Pur Sang», un Veyron Grand Sport Vitesse World Record Edition.

El Veyron es un usado certificado de un alto caché

Los dos son auténticos devoradores del mejor asfalto, el primero parte de una exclusiva edición limitada a solo 30 unidades, capaz de ofrecer una velocidad punta de 490 km/h, mientras que el segundo, vestido con la misma carrocería pintada en negro brillante y con franjas naranjas, no le va a la zaga. Con el mismo motor de gasolina de 16 cilindros en W, una cilindrada de 8.0 litros y cuatro turbocompresores, rinde una potencia máxima de 1.200 CV y es capaz de alcanzar una velocidad punta de 408 km/h.

Lo mejor de todo es que este último es mucho más exclusivo que el heredero, pues de este modelo descapotable, calificado como el deportivo descapotable más rápido del mundo, solamente se fabricaron ocho unidades. Pero no ha sido lo único que se ha llevado bajo el brazo, porque también lo ha hecho con seis unidades del Bugatti Baby II, una creación única concebida para conmemorar el 110º aniversario de la firma francesa que se celebró en 2019. Una para cada uno de los seis acompañante s a la gran cita.

Las seis unidades del Bugatti Baby II se han pintado en amarillo, rojo, azul, verde, blanco y naranja, una reproducción del Type 35 fabricado por el fundador de la marca en 1926. La reproducción moderna tiene unas cualidades muy especiales, pues, en primer lugar, solamente existen 500 unidades, y son completamente eléctricas. Una tecnología a la que se enfrentará el futuro hiperdeportivo que relevará al Chiron, y que se ofrece con una batería con dos niveles de capacidad, con una autonomía máxima de 50 kilómetros y con una velocidad máxima de 67 km/h. Uno de los «detalles» de Bugatti para sus más fieles clientes.