Bugatti Divo Lady Bug, el hiperdeportivo se viste con miles de diamantes
Bugatti ya ha demostrado sobradamente que es una fábrica de sueños para todos los clientes que puedan pagarlo, especialmente por una personalización que se diseña a medida. Una de las creaciones más secretas se ha desvelado, el Bugatti Divo «Lady Bug», un auténtico reto al que se ha sometido la marca francesa.
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Publicado: 03/03/2021 21:00
No todas las creaciones especiales que salen de la fábrica de Molsheim se dan a conocer. Algunas permanecen en secreto para siempre y otras las desvela el fabricante de lujo. La última es una de las más trabajadas y que más horas han necesitado invertir para cumplir con el sueño exquisito de uno de sus clientes, la del Bugatti Divo «Lady Bug».
Por supuesto, lo que no se cuenta es el precio, y no ha debido de ser barato precisamente porque en el desarrollo se han invertido nada menos que dos años. Uno de los Bugatti Divo más exclusivos y que, desde luego, no habrá otro igual en ningún punto del globo terráqueo, ratificando la filosofía de Ettore Bugatti, el fundador de la marca, quien decía que «Si se compara con otro automóvil, no es un Bugatti», por lo que casi se le puede calificar de one-off.
El Bugatti Divo Lady Bug es el trabajo de personalización más duro de la firma
El proyecto de esta unidad del hiperdeportivo en particular se empezó a gestar en 2018, después de la presentación del modelo en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach. Se sabe que el cliente es de Estados Unidos, y presentó a la marca francesa su esquema, un patrón de formas geométricas similares a los diamantes con dos colores sobre la carrocería, un brillante rojo y un tono especial de negro grafito.
Solo en el diseño de los rombos para simular la perfecta forma de los diamantes se ha invertido año y medio, ya que el patrón respeta las líneas, pliegues y curvas sin deformar la forma de las piedras preciosas. En total, un manto de 1.600 rombos visten la carrocería del Divo «Lady Bug». Jörg Grumer, uno de los responsables de Bugatti Design, ha explicado que el gran problema es desplegar un diseño en 2D sobre un modelo en 3D que, con solo variar un milímetro, destrozaban el diseño. Y es que, además todas las pruebas las realizaron sobre una maqueta a escala, casi llegan a desquiciarse y tirar la toalla, reconoce.
Un dato más, si no son suficientes, es que el encargado de la pintura, que tuvo que lijar y aplicar las capas de los dos colores, tardó dos semanas en terminar el trabajo. El cliente, que se desplazó expresamente hasta Molsheim para recoger el Divo «Lady Bug» y que ya es conocido de la firma, ha señalado que «Cuando recogí el coche, estaba absolutamente encantado. Este vehículo no solo es una verdadera obra de arte, sino la joya de la corona de mi colección hasta la fecha. Es el coche más refinado y complejo que he tenido».